Nunca he entendido cómo personas que, se puede decir, tienen todo o casi todo en la vida, pueden arruinar su vida por un momento de nublación o de valemadrismo, sintiéndose -como diría el clásico- “Dios en el poder”.
Esto viene a colación por la situación que vive actualmente el exdelantero de las Chivas del Guadalajara, Omar N.