Atlixco. Las emblemáticas catrinas gigantes oriundas de esta ciudad llegaron hasta el corazón de la capital del país. El Bosque de Chapultepec, uno de los espacios culturales y naturales más importantes de la Ciudad de México, es ahora sede de algunas de estas majestuosas piezas, símbolo del arte popular y del Día de Muertos.
El reconocimiento a estas figuras surgió a partir del trabajo del fotógrafo Jesús Eduardo López quien hace dos años visitó Valle de Catrinas donde capturó con su cámara la esencia y el detalle de estas esculturas monumentales.
Aquellas imágenes, nacidas del interés por documentar la tradición local, encontraron un nuevo destino: fueron incluidas en el libro 02.11. Día de Muertos, editado en 2024 por Trilce Ediciones.
La publicación reunió más de 25 mil fotografías enviadas por artistas de todo el país de las cuales sólo 400 fueron seleccionadas. Entre ellas destacan cuatro imágenes de las catrinas atlixquenses hoy parte de esta muestra que celebra la creatividad y el colorido de las tradiciones mexicanas.
De acuerdo con López la exposición en Chapultepec forma parte de una iniciativa del gobierno de la Ciudad de México que busca llevar expresiones del arte y la cultura mexicana a espacios al aire libre. Así dos de las catrinas elaboradas en Atlixco y dos más exhibidas previamente en Estados Unidos fueron trasladadas a la capital, donde ahora pueden ser admiradas por miles de visitantes nacionales y extranjeros.
La presencia de estas figuras en Chapultepec no únicamente enaltece el trabajo artesanal de Atlixco, de paso reafirma el papel del arte local en el panorama cultural del país. Entre cámaras, tradición y talento las catrinas de Atlixco han emprendido un nuevo camino: del taller poblano a los senderos históricos de la Ciudad de México.
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Foto Cortesía
LMR
