Atlixco, Pue.- La gasolinera Oktan, ubicada en la salida sur de esta ciudad, luce desde hace varios días acordonada con cintas amarillas y bajo la vigilancia constante de una patrulla de la policía local y al menos dos uniformados que parecen estar de guardia permanente.
Los posibles sellos colocados por autoridades fiscales y judiciales advierten de una medida cautelar que mantiene en suspenso a trabajadores, automovilistas y vecinos de la zona. El silencio sobre las causas del cierre encendió las especulaciones.
Se trata, además, de un sitio con historia: la estación clausurada es una de las dos primeras gasolineras fundadas en Atlixco con más de medio siglo de operaciones. Su cierre abrupto no sólo golpea la rutina de cientos de automovilistas que la usaban diariamente, también la memoria colectiva de la ciudad.
De acuerdo con trascendidos, la acción referida inició hace tres o cuatro días, aunque ninguna autoridad confirma aún si se trata de presuntas irregularidades fiscales, investigaciones por delitos económicos, o incluso por temas ambientales relacionados con hidrocarburos.
No es la primera vez que una estación de servicio en México queda bajo el ojo de las autoridades. En los últimos años la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) detectaron casos de “litros incompletos”, evasión fiscal y vínculos con la compra de combustible robado, mejor conocido como huachicol. Por lo pronto la estación Oktan se mantiene en silencio con su imagen habitual transformada en un símbolo de incertidumbre judicial.
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Foto: Cortesía.
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