El otoño ya está aquí y para disfrutarlo te recomendamos visitar Tlatlauquitepec, el Pueblo Mágico que se encuentra a dos horas de la capital poblana, es perfecto para quienes buscan combinar tranquilidad con actividades extremas. Ofrece experiencias como rapel, tirolesa y el imponente Puente Colgante del Cerro Cabezón, que regala vistas únicas de la sierra.
Posee variedad de climas únicos que van desde el frio en la zona sur del municipio, pasando por un clima templado más agradable en la cabecera municipal hasta el clima cálido propio del norte del municipio.
En esta temporada la presa de La Soledad luce un ambiente especial, lo que les da un toque único a las noches. Su riqueza cultural se refleja en el ex convento franciscano de Santa María de la Asunción, de 1531, y en la ruta del café, que vive su mejor cosecha.
Entre su gastronomía se encuentran las carnes ahumadas de Mazatepec, que se cocinan con leña de encino y árboles cítricos. Un buen lugar para probarlas es en Café Colonial.
Otra de las delicias de Tlatlauquitepec son los tlayoyos, un tipo de tlacoyo que son rellenos de alverjón, hoja de aguacate y chile manzano. En cuanto a las bebidas se encuentran los vinos de sabores (higo, toronjil, vainilla, anís, jerez y capulín) que venden El Jonuco, una vinatería tradicional que ofrece estas bebidas desde 1921.
En este Pueblo Mágico la majestuosidad de sus paisajes se fusiona con la calidez de su gente y la riqueza de sus tradiciones, creando una experiencia inolvidable.
La combinación de neblina, paisajes boscosos y su ruta del café hacen de Tlatlauquitepec un destino único para quienes aman la naturaleza y las tradiciones serranas.
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Foto Archivo
LMR
