Desde la sombra Fernando Morales sigue controlando a Movimiento Ciudadano

Por claudia , 18 Septiembre 2025

El ingreso del senador Néstor Camarillo Mediana a las filas del Partido Movimiento Ciudadano (PMC) le ha dado una importante oxigenación a esta fuerza política, no solo por la ola de priistas que se han mudado al llamado instituto naranja, sino porque le ha permitido al PMC volver a ocupar espacios en la opinión pública, luego de una larga ausencia. Sin embargo, dicha formación sigue enfrentando un factor que lo estanca y le da mucha debilidad, que es: el control que sigue ejerciendo Fernando Morales Martínez, el hijo del ex gobernador Melquiades Morales Flores.

Aunque desde noviembre del año pasado formalmente la dirigente estatal del PMC es la diputada local Fedrha Isabel Suriano Corrales, dentro de esta fuerza política es un secreto a voces que “desde la sombra” Fernando Morales sigue influyendo de manera determinante en el rumbo del partido y sobre todo, se dice, que en el manejo de “la chequera” de Movimiento Ciudadano.

O tal vez la expresión correcta tendría que ser Fernando Morales sigue siendo un freno para que Movimiento Ciudadano no tenga un proyecto de crecimiento político y no pueda asumir la capacidad de convertirse en una oposición real, fuerte y critica frente a los gobiernos de la 4T en el estado de Puebla.

Una prueba de que sigue vigente ese dominio es que el próximo 20 de septiembre, si no cambian los planes, Marco de los Santos Hernández va a asumir la dirección del PMC en el municipio de Puebla, en lugar del empresario radiofónico Rafael Cañedo Carrión, quien el año pasado fue un fallido candidato a alcalde de la capital.

Marco Antonio de los Santos tiene 33 o 34 años, es un abogado egresado del ITAM y el año pasado se quedó “a un paso” de ser diputado local, debido a un fallo judicial que se lo impidió por considerar que el PMC tenía una sobre representación en el Congreso del estado. Pero lo más importante es que: es amigo y ex colaborador de Fernando Morales, lo que ahora le da la posibilidad de “tomar las riendas” del partido en la capital.

Otra evidencia de que Morales Martínez, quien fue presidente estatal del PRI, sigue controlando la vida interna del PMC, es la siguiente:

En la dirigencia estatal del Movimiento Naranja se mantienen 5 integrantes cuya principal característica es que son incondicionales del político ex priista, empezando por el encargado de las finanzas del partido, responsabilidad que ya antes había ejercido cuando el hijo del exgobernador Melquiades Morales era el líder de dicha formación.

Y en ese sentido, se dice, que toda operación de gasto en el instituto político emecista primero se le consulta a Fernando Morales, quien actualmente ya no tiene cargo alguno en la estructura del PMC.

O como se dice en el argot político: “está en la banca”, que es la expresión que usa para definir a alguien que se quedo fuera de cualquier cargo público o partidista.

El partido ha sido para su provecho personal

Fernando Morales a lo largo de los 7 años en que se desempeñó como cabeza del PMC –luego de que en 2017 fue expulsado del PRI— se dedicó a utilizar al partido para atender sus intereses personales y nunca, se ocupó en hacer crecer la influencia y presencia de esta agrupación política.

Morales Martínez ingresó a Movimiento Ciudadano –en septiembre de 2017– sin ser militante emecista y como resultado de una orden que en ese entonces dictó el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien había pactado con la cúpula nacional del PMC el controlar al partido para que apoyara la candidatura a gobernadora de Puebla de su esposa, Martha Érika Alonso Hidalgo.

Posterior a la muerte del matrimonio Moreno Valle-Alonso, el político ex priista dos veces violó los estatutos del PMC para alargar su mandato como dirigente, situación que alejó a muchos liderazgos que no estaban de acuerdo con su conducción del instituto naranja.

El saldo de ese septenio en que Morales fue cabeza del PMC es que él ganó una diputación local plurinominal –en 2021— y en 2024 fue candidato a la gubernatura, quedando en un vergonzoso último lugar con apenas el 4.37 por ciento de la votación y a una distancia de 28 puntos del segundo lugar de la contienda y 55 puntos del ganador.

Queda claro que su intención no era competir por la titularidad del Poder Ejecutivo, sino el buscar llegar a acuerdos con los gobiernos de la 4T, pues su campaña electoral la dirigió únicamente a ser “un golpeador” del abanderado de la alianza PAN, PRI y PRD, Eduardo Rivera Pérez. Mientras que a los abanderados de Morena no “los tocó ni con un pétalo de rosa”.

Una situación atípica, porque en el pasado proceso electoral el PMC se convirtió a nivel nacional en la fuerza política que más creció, algo que no pasó en Puebla.

 

clh

Contador
0