Mientras continúa el debate nacional sobre las transformaciones al mundo del trabajo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó a analizar con mayor profundidad los efectos que los próximos ajustes podrían tener en la operación de miles de empresas, en especial de las MiPyMEs, que concentran la mayor parte del empleo formal en el país. Aunque el organismo reconoció decisiones recientes como el aumento al salario mínimo y la transición hacia una jornada laboral más corta, insistió en que su implementación requiere seguimiento constante para evitar impactos que pongan en riesgo la estabilidad laboral.
La confederación explicó que el incremento al salario mínimo para 2026, el cual permitirá cubrir el 100 % de la Línea de Bienestar Familiar, representa un acuerdo alcanzado entre gobierno, sindicatos y sector empresarial. No obstante, subrayó que cualquier modificación futura debe analizarse con base en indicadores como inflación, crecimiento económico y comportamiento del mercado laboral, con el fin de no generar presiones que afecten la creación de empleo.
En su postura pública, Coparmex sostuvo que el país requiere ajustes laborales que avancen a un ritmo que no comprometa la capacidad de las empresas para mantenerse competitivas. Para ello, propuso un monitoreo permanente que permita decidir, cada año, si es viable avanzar hacia nuevos incrementos sin afectar su estructura de costos ni la permanencia de los puestos formales.
Reducción de jornada: apoyo condicionado
Sobre la reforma que contempla una jornada de 40 horas semanales a partir de 2027, la organización empresarial pidió que el cambio vaya acompañado de reglas operativas claras y tiempos razonables para que el sector productivo reorganice turnos, procesos y cargas de trabajo. El ajuste será gradual, recortando dos horas por año, pero Coparmex advirtió que incluso estas modificaciones requieren planeación, especialmente en negocios con plantillas pequeñas.
El organismo recordó que las MiPyMEs funcionan con márgenes más ajustados y con menor capacidad administrativa para absorber movimientos bruscos en la legislación laboral. Por ello, insistió en que la reforma mantenga un equilibrio entre derechos laborales y viabilidad operativa.
Coparmex también pidió clarificar en la Ley Federal del Trabajo el límite de 12 horas extraordinarias por semana, ya que su interpretación podría variar entre sectores y afectar a empresas que dependen de picos de demanda estacionales. Una definición precisa, señaló, evitaría conflictos laborales innecesarios y daría mayor certidumbre jurídica.
Meta salarial al 2030: apoyo, pero con condiciones
El organismo reiteró su compromiso con la meta de que, para 2030, el salario mínimo alcance 2.5 veces el valor de las canastas alimentaria y no alimentaria. Sin embargo, advirtió que el cumplimiento de dicha meta solo será sostenible si el país impulsa políticas que favorezcan la productividad, la certidumbre regulatoria, la inversión y condiciones económicas que permitan a las empresas continuar generando empleo formal.
En su posicionamiento final, Coparmex insistió en que una transición ordenada permitirá modernizar el marco laboral sin poner en riesgo la operación de los negocios que son, dijo, “la columna vertebral del empleo formal en México”.
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