Para todos los que laboran en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH), este miércoles, hay dos reglas que se deben de acatar al pie de la letra: portar un jersey con estampados de la temporada decembrina debido a que es “el día del suéter navideño”, para después acudir a una comida con motivos del fin de año –que se realizará en un restaurante de la avenida Juárez— en la que deben vestir, de manera rigurosa, al estilo “casual fashion”.
Tales exigencias –sin duda— son muestras claras de la frivolidad y discriminación que priva en la CDH, donde la presidenta del organismo, Rosa Isela Sánchez Soya, prefirió dedicar su tiempo de este 17 de diciembre a la actividad del “día del suéter navideño”, que en acudir a un citatorio que le había hecho la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del estado para tratar temas relacionados con las garantías individuales y sociales de la población.
Ahí no termina todo, esas disposiciones encierran algo más que actitudes triviales, pues se trata de algo grave y perverso que está ocurriendo en la CDH, que es la actuación de un órgano llamado: Comité de Igualdad Laboral y No Discriminación, que dirige Lena Catalina González Hernández y que se ha convertido en un personaje que lleva los hilos de conducción de la Comisión de Derechos Humanos.
Ese comité, de manera contradictoria, se ha convertido en un órgano de control, de sometimiento y represión contra aquellos miembros de la comisión que no se ciñen a los intereses, gustos y emociones de Rosa Isela Sánchez Soya.
Una muestra de lo anterior es que aquel trabajador que no haya podido conseguir un suéter con la cara de Santa Claus o de “Rodolfo el reno”, la va a pasar muy mal, porque será objeto de llamadas de atención, de exclusión o incluso se podría llegar al extremo de que lo despidan.
Por cierto, quien organizó “el día del suéter navideño” y sanciona a quien no cumpla con ponerse dicha prenda de vestir, es el Comité de Igualdad Laboral y No Discriminación, que justifica esta disposición diciendo que es: “parte de las acciones para fomentar la integración de esta institución”.
Es la Santa Inquisición
Si algo ha caracterizado al primer año de gestión de Rosa Isela Sánchez Soya es que ha resultado ser una mujer con una intensa agenda diaria de actividades sociales, políticas y hasta religiosas. Le gusta aparecer y fotografiarse en foros, inauguraciones de tiendas y eventos de convivencia ampliamente difundidos en la prensa “rosa”.
Es una servidora pública que está en todo, menos en los lugares donde más se cometen violaciones a los derechos humanos en el estado de Puebla.
Luego de un año al frente de la comisión, no ha podido presentar un diagnóstico sobre la situación que guarda el respeto a los derechos humanos en la entidad.
No hay nada por parte de la CDH que exponga el grave problema de la tortura en los separos policiacos; las carencias y abusos que se cometen en los penales; el maltrato y la discriminación que sufre las comunidades indígenas, los migrantes, la población de la diversidad sexual, solo por citar unos pocos temas.
Dicho comportamiento ha despertado un clima de malestar en mucha gente que labora en la CDH al percatarse que el organismo está alejado de sus objetivos y se reduce a comportamientos superficiales.
Frente a esa inconformidad, la respuesta que se dio fue la creación del Comité de Igualdad Laboral y No discriminación, que se ha convertido en una especie de Santa Inquisición adentro de la CDH.
Todos aquellos trabajadores y funcionarios de la comisión que, son catalogados como “molestos”, de la nada les han formulado denuncias anónimas de hostigamiento, acoso, violencia o discriminación. Dichas quejas son atendidas por el Comité de Igualdad Laboral y No Discriminación
Es la manera de llamarlos, de regañarlos, de amedrentarlos, de hostigarlos, de advertirles que sus comportamientos les pueden costar perder el trabajo.
O visto de otra manera, es una manera sutil de decirles: o se ciñen a las disposiciones de la presidenta de la CDH o se van del organismo.
¿Una morenovallista en la CDH?
La titular de ese comité es una persona muy peculiar: Lena Catalina González Hernández fue funcionaria del gobierno de Quintana Roo entre los años 2020 y 2022, pero antes de eso, se desempeñó como encargada de las relaciones públicas del Congreso local de esa entidad del sureste mexicano.
Ese puesto en el Poder Legislativo, al parecer, fue un encargo directo del gobernador de esa época que se llamaba Carlos Joaquín González, un expriista que llegó a la titularidad del Poder Ejecutivo de Quintana Roo mediante una coalición formada por el PAN y el PRD. “Su padrino político” fue Rafael Moreno Valle Rosas, el ex mandatario poblano que quería ser presidente de la República.
El principal operador político de Carlos Joaquín González era el poblano Eukid Castañón, quien a su vez era “el brazo derecho” de Moreno Valle.
Por esa razón adentro de la CDH muchos ven a Lena Catalina González como una posible prolongación del morenovallismo que, colocó a muchos poblanos en cargos importantes de Quinta Roo durante la gestión de Carlos Joaquín González.
A Lena Catalina González le gusta que la digan “contadora” y no solamente encabeza el Comité de Igualdad Laboral y No discriminación, sino es quien se encarga de muchos asuntos: la agenda, los discursos y presentaciones sociales de la presidente de la CDH.
Muchos dicen, dentro de la CDH, que es “la mano que mece la cuna” en el organismo, pese a que no tiene ningún antecedente relacionado con la defensa de los derechos humanos.
clh