Una alerta de seguridad ocasionó la tarde de este martes el cierre momentáneo del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en Washington D. C., luego de que se reportara una posible amenaza de bomba a bordo de un vuelo comercial proveniente de Houston, Texas.
El incidente involucró al vuelo 512 de United Airlines, operado con un Boeing 737 Max 8, que transportaba a 89 pasajeros y seis tripulantes. De acuerdo con información oficial, la aeronave aterrizó sin contratiempos, pero fue inmovilizada en la pista mientras se activaban los protocolos de emergencia.
Tras el aterrizaje, los ocupantes descendieron por escaleras de acceso y fueron llevados en autobuses hacia la terminal, donde las autoridades federales realizaron entrevistas y revisiones de seguridad. Elementos del FBI, personal del aeropuerto y agentes locales inspeccionaron el avión en busca de artefactos explosivos o materiales sospechosos.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, confirmó el incidente a través de la red social X, antes conocida como Twitter. En su mensaje, señaló que el vuelo había aterrizado sin incidentes y que las autoridades estaban llevando a cabo una revisión minuciosa de la aeronave como medida preventiva.
La Administración Federal de Aviación (FAA) suspendió temporalmente las operaciones en el aeropuerto capitalino, medida que afectó a varios vuelos de llegada y salida durante aproximadamente una hora. Posteriormente, el tráfico aéreo fue restablecido una vez que las autoridades descartaron cualquier riesgo.
En un comunicado posterior, el Equipo de Respuesta a la Capital Nacional del FBI informó que no se encontró ningún dispositivo explosivo ni evidencia que confirmara una amenaza creíble. La agencia indicó que continuará colaborando con otras dependencias para determinar el origen del reporte que activó la alerta.
Imágenes compartidas en redes sociales mostraron a pasajeros caminando por la pista mientras unidades de emergencia rodeaban el avión. En otras grabaciones se observan patrullas y vehículos de bomberos desplegados en la zona de aterrizaje.
Hasta el momento, ni la aerolínea ni las autoridades estadounidenses han precisado cómo se recibió la amenaza o quién fue responsable del aviso. Sin embargo, medios locales reportaron que el caso permanece bajo investigación y que el vuelo afectado fue trasladado a una zona segura para su revisión técnica.
Aunque el incidente generó momentos de tensión entre los pasajeros y retrasos en la terminal, las operaciones del aeropuerto retornaron a la normalidad la misma tarde del martes. No se registraron heridos ni daños materiales.
Foto ilustrativa
xmh