Carlos Manzo Rodríguez, quien fuera presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue ampliamente comparado con el mandatario salvadoreño Nayib Bukele debido a su discurso de “cero tolerancia” hacia la delincuencia. Su estilo firme frente al crimen y las medidas implementadas durante su administración le valieron el apodo de “el Bukele mexicano”.
El exalcalde se volvió una figura polémica luego de que, tras el asesinato de una trabajadora municipal en mayo, instruyera a la policía local a usar “fuerza letal” contra delincuentes armados que atentaran contra la población. En una transmisión en vivo, defendió su postura y pidió a los agentes no mostrar consideración ante quienes agredieran a los ciudadanos.
Entre sus acciones más destacadas estuvo la entrega de camionetas y patrullas con blindaje, con una inversión superior a los 3 millones de pesos, así como incentivos económicos para los elementos que lograran decomisos o resultados sobresalientes. Según explicó, la medida buscaba equilibrar la ventaja que tenían los grupos criminales en equipamiento y armamento.
“Los delincuentes no pueden estar mejor protegidos que la autoridad”, afirmó Manzo, subrayando que las unidades adquiridas formarían parte del patrimonio municipal sin recurrir a deudas.
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