Reino Unido atraviesa una de sus temporadas de influenza más complicadas en años debido a la expansión acelerada del subclado K de la variante A/H3N2, un linaje que ha mostrado ser más transmisible y con capacidad de evadir parcialmente la inmunidad generada en temporadas previas. El incremento repentino de casos ha provocado que hospitales, clínicas y consultorios trabajen al límite, mientras escuelas de varias regiones comenzaron a suspender actividades ante la ausencia masiva de estudiantes y personal docente.
El panorama que describen autoridades sanitarias británicas dista de ser el habitual para estas fechas. En promedio, más de 1,700 hospitalizaciones diarias por influenza han sido registradas, una cifra que rebasa los números de años recientes y ha obligado a habilitar camas adicionales, reorganizar turnos y ampliar áreas de atención. Médicos y enfermeras destacan que los servicios lucen como en los picos invernales más severos, con urgencias saturadas y tiempos de espera prolongados.
Uno de los sectores más afectados es el escolar. En Gales, Cheshire y Leeds, directivos optaron por cerrar temporalmente escuelas o reducir horarios debido a niveles de ausentismo no vistos desde la pandemia. Algunos planteles reportan aulas casi vacías y varios grupos enfermos simultáneamente, lo que confirma los reportes de especialistas sobre el impacto particular de esta variante en niñas, niños y adolescentes.
Ante esta situación, el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) emitió una recomendación —no obligatoria— para retomar el uso de cubrebocas en transporte público, oficinas y espacios cerrados con alta afluencia. La medida busca reducir la transmisión en las semanas previas al invierno más intenso. De acuerdo con Daniel Elkeles, director del NHS en Londres, es necesario “regresar a los hábitos que funcionaron” para evitar que el sistema sanitario enfrente una presión aún mayor.
Especialistas explican que el subclado K del H3N2 no es más letal, pero sí presenta una tasa de reproducción (R) de 1.4, superior a la de otras variantes recientes. Esto significa que cada persona contagiada puede infectar a más individuos. Además de los síntomas típicos de influenza —fiebre alta, tos, dolores musculares y congestión— se han observado vómito y diarrea, especialmente en niños pequeños y adultos mayores.
La preocupación ha comenzado a extenderse por Europa y Estados Unidos. Francia y España ya muestran incrementos en consultas por gripe, mientras que los CDC estadounidenses monitorean la propagación del subclado debido a su respuesta limitada a la vacunación. Con los viajes de fin de año, existe el riesgo de que la variante gane terreno rápidamente.
Aun con estas complicaciones, especialistas recuerdan que la vacuna contra la influenza sigue siendo la herramienta más efectiva para evitar cuadros graves y hospitalizaciones, sobre todo en personas con comorbilidades, menores de edad y adultos mayores. La temporada 2025-2026 apenas comienza, pero la expansión del H3N2 subclado K ha demostrado que incluso virus bien conocidos pueden ejercer una presión considerable sobre sistemas de salud ya debilitados.
Mientras hospitales continúan saturados y las escuelas buscan estrategias para mantenerse operativas, el mensaje internacional es claro: prevención temprana y vacunación oportuna serán claves para evitar un invierno más severo.
¿Interesado en conocer más sobre lo que sucede en Puebla? Haz clic aquí para explorar más noticias hoy.
foto ilustrativa
xmh
