Ciudad de México .– Especialistas del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) presentaron los avances en el uso de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de apoyo en el diagnóstico de cáncer de mama, principal causa de muerte por tumores malignos en mujeres en México.
Laura Lucila Gómez Romero, subdirectora de Bioinformática del Inmegen, explicó que la IA tiene la capacidad de analizar millas de imágenes mastográficas de manera autónoma para identificar patrones sospechosos. Esta función, dijo, complementa el trabajo del médico personal al facilitar la priorización de casos, disminuir los falsos positivos y las biopsias innecesarias, así como mejorar la eficiencia y precisión en la toma de decisiones clínicas.
Durante el simposio “Sumando esfuerzos en la lucha contra el cáncer de mama”, realizado los días 16 y 17 de octubre con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, se destacó el empleo de software especializado que permite detectar zonas de interés en imágenes mamográficas.
Gómez Romero señaló que esta tecnología funciona como un “segundo lector”, capaz de asistir al radiólogo en la detección de lesiones que podrían pasar desapercibidas, especialmente en fases tempranas de la enfermedad. Añadió que el objetivo es avanzar hacia modelos que integran no solo imágenes médicas, sino también antecedentes clínicos, información genética y factores sociodemográficos de los pacientes, a fin de lograr diagnósticos más personalizados.
Por su parte, Gisela Ceballos Cancino, investigadora del Laboratorio de Genómica Funcional de Cáncer del Inmegen, coincidió en que la IA es una aliada en la interpretación de mastografías. Aclaró que no sustituye al radiólogo, pero sí puede contribuir a detectar anomalías, reducir errores humanos y clasificar casos urgentes. Subrayó que esta tecnología representa una oportunidad real para mejorar los diagnósticos tempranos y salvar más vidas.
La mastografía es el principal método de tamizaje para detectar cáncer de mama en etapas iniciales mediante rayos X de baja dosis, incluso antes de que aparezcan síntomas. Las autoridades sanitarias recomiendan este estudio a partir de los 40 años, o desde los 30 si existen antecedentes familiares directos.
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en el país y la principal causa de muerte por esta enfermedad entre mujeres, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal (SSA). Esta patología se caracteriza por la proliferación descontrolada de células capaces de invadir órganos como hígado, pulmones o cerebro.
Claudia Arce Salinas, jefa del Departamento de Oncología Médica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), señaló que cuando el cáncer se detecta en etapas tempranas, las probabilidades de curación superan el 90%, mientras que en fases avanzadas o metastásicas, estas se reducen restrictivas.
La SSA recordó que los estudios de mastografía están disponibles en unidades médicas del sector público y que se promueve también la autoexploración mensual a partir de los 20 años para detectar cualquier anormalidad. Esta práctica es recomendable tanto para mujeres como para hombres.
Los factores de riesgo se dividen en dos categorías. Entre los no modificables se encuentran los antecedentes familiares, la menarquía precoz (antes de los 12 años) y la menopausia tardía (después de los 55 años). Entre los modificables destacan el sobrepeso, el consumo de alcohol y la falta de lactancia materna.