La presencia del gusano barrenador en México prendió una nueva alerta sanitaria luego de que Oaxaca confirmara dos casos en humanos atendidos recientemente. Con estos, el país acumula 92 personas afectadas por esta parasitosis causada por la mosca Cochliomyia hominivorax, según los reportes más recientes del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
Aunque esta plaga es conocida principalmente por su impacto en la ganadería, la infestación en personas ha ido ganando terreno en la región sur-sureste. Chiapas encabeza la lista, con 79 casos; le siguen Yucatán con 6, Campeche con 3, Tabasco con 2 y Oaxaca con 2.
¿Cómo ocurre la infestación?
La miasis —el nombre técnico de esta infección parasitaria— se desarrolla cuando la mosca deposita sus huevos en una herida abierta o en tejidos expuestos. Una vez que las larvas nacen, comienzan a alimentarse del tejido vivo. Especialistas explican que el avance del parásito es tan agresivo que las larvas perforan poco a poco la zona afectada, lo que le ha dado el nombre popular de “gusano barrenador”.
Los síntomas que suelen levantar sospechas incluyen dolor intenso, secreción con mal olor, comezón, fiebre y escalofríos. En algunos casos, la lesión no sana y se profundiza con rapidez, motivo por el que médicos recomiendan buscar atención inmediata y evitar completamente la automedicación.
Los reportes epidemiológicos señalan que muchas de las personas atendidas tenían heridas previas o condiciones que favorecen complicaciones: diabetes, hipertensión, insuficiencia venosa, alcoholismo o tratamientos médicos que comprometen su sistema inmunológico. También se observa mayor incidencia en zonas con situaciones de vulnerabilidad social, donde la atención médica oportuna es limitada y el contacto con animales es frecuente.
Recomendaciones para evitar la miasis
Diversos estados afectados han difundido lineamientos básicos para disminuir el riesgo de contagio. Las medidas más destacadas incluyen:
Mantener heridas limpias y cubiertas en todo momento.
Usar ropa de manga larga, pantalón y repelente, sobre todo en áreas rurales o cerca de corrales.
No manipular ganado sospechoso de infestación sin protección y, de ser necesario, tratar la ropa o equipo usado.
Evitar la acumulación de basura orgánica en patios o áreas abiertas.
Llevar al veterinario a cualquier animal que presente larvas o heridas sospechosas y evitar moverlo para no propagar la plaga.
En el caso de lesiones que no mejoran o presentan cambios extraños, la recomendación principal es acudir al centro de salud más cercano para una revisión.
Aunque los casos en humanos generan preocupación, el impacto más fuerte históricamente ha sido en la ganadería. La mosca invade a animales de sangre caliente —principalmente bovinos— y puede causar pérdidas económicas importantes debido al daño en los tejidos, las infecciones secundarias y la necesidad de sacrificar o tratar a los animales afectados.
México ya ha enfrentado brotes en distintas décadas, y la vigilancia actual busca evitar que la plaga se expanda hacia otras regiones del país. Por ahora, los estados con mayor actividad se concentran en la región Sur-Sureste y la Península de Yucatán.
Aunque la cifra de 92 casos no representa un brote descontrolado, especialistas insisten en que la prevención es clave. El gusano barrenador se desarrolla rápidamente y puede causar daños severos si no se atiende a tiempo, tanto en personas como en animales. Mientras continúan las investigaciones y campañas de control, las autoridades sanitarias piden a la población mantenerse informada y reforzar las medidas de higiene, sobre todo en comunidades rurales.
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