En menos de ocho meses de gobierno, la administración de Donald Trump asegura que cerca de dos millones de migrantes han abandonado Estados Unidos, ya sea por deportación o mediante un mecanismo de salida voluntaria. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) detalló que, de este total, 1.6 millones de personas optaron por autodeportarse y poco más de 400 mil fueron expulsadas directamente por las autoridades migratorias.
De acuerdo con el reporte, el DHS implementó una aplicación móvil que permite a los migrantes en situación irregular registrarse para salir del país de forma voluntaria. Esta herramienta deriva de un sistema creado en la administración de Joe Biden, originalmente pensado para solicitantes de asilo.
El informe no especifica cómo se contabilizan las autodeportaciones, aunque resaltó que durante cuatro meses consecutivos la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no ha liberado a ningún inmigrante indocumentado en el territorio estadounidense.
En paralelo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunció que busca duplicar su personal tras recibir más de 150 mil solicitudes de empleo, con el fin de reforzar las redadas en distintas regiones. Estas acciones han detonado protestas de organizaciones pro migrantes y críticas de gobernadores demócratas.
La administración Trump ha reiterado que el combate a la inmigración ilegal es uno de los ejes centrales de su segundo mandato.
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