Carlos Manzo pidió armas, denunció corrupción y desafió al narco en Michoacán

Por carlosaulmg , 2 Noviembre 2025
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Carlos Alberto Manzo Rodríguez puso en marcha una serie de acciones encaminadas a enfrentar la violencia en Uruapan.
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Durante su breve mandato como alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Alberto Manzo Rodríguez puso en marcha una serie de acciones encaminadas a enfrentar la violencia y el poder de los grupos criminales que operan en la región.

Una de sus medidas más visibles fue la entrega de un nuevo parque vehicular para la seguridad pública, compuesto por patrullas y equipo operativo, con el objetivo de fortalecer a las corporaciones locales tras años de abandono. 

También realizó una petición inusual y polémica ante autoridades estatales para dotar a la policía municipal con armamento de uso militar, como metralletas FN-Minimi, argumentando que los delincuentes tienen mayor capacidad de fuego que las fuerzas legales de la localidad. 

En el plano judicial, su administración presentó denuncias penales en contra del gobierno municipal anterior; en enero de 2025, según fuentes locales, se registraron 98 denuncias por posibles actos de corrupción. 

Manzo también planteó públicamente denuncias contra la operación de grupos criminales en Uruapan. Entre esas afirmaciones figura la existencia de un supuesto campo de entrenamiento paramilitar en la montaña de la meseta Purépecha, donde afirmó que había integrantes extranjeros, armas de alto calibre y entrenamiento militar. 

Estas acciones lo convirtieron en una figura polarizadora: apoyado por ciudadanos que demandan mano firme contra el crimen, pero también en el ojo de organizaciones de derechos humanos y autoridades estatales.

Corren a gobernador de Michoacán en funeral de Manzo

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue expulsado del funeral del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en medio de reclamos, gritos e insultos por parte de familiares y ciudadanos.

El mandatario estatal acudió acompañado de su equipo de seguridad al velorio, instalado en el centro de Uruapan, pero su presencia generó indignación entre los asistentes, quienes lo acusaron de no haber brindado la protección necesaria al edil, pese a las amenazas que había recibido previamente.

Ante los reclamos, el gobernador abandonó el lugar sin ofrecer declaraciones, mientras los presentes exigían justicia por el asesinato de Carlos Manzo, ocurrido días atrás.

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Foto: Redes.

csmg

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