Mientras varios de sus socios comerciales enfrentan caídas significativas por los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, México ha logrado mantener e incluso fortalecer su posición como uno de los principales proveedores de Estados Unidos, según el estudio “México ante la nueva política comercial de Estados Unidos” del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Durante julio de 2025, las exportaciones mexicanas al país vecino alcanzaron 32.2 mil millones de dólares, lo que representa un incremento anual del 8% y una participación del 15.5% en las importaciones totales de Estados Unidos.
Este avance ubica a México como el único socio comercial que ganó terreno frente a potencias como China, la Unión Europea y Canadá, que perdieron participación en el mercado estadounidense durante el último año.
México avanza mientras otros retroceden
El IMCO detalla que, en los primeros siete meses de 2025, la participación mexicana promedio fue del 15.0%, cifra que contrasta con el retroceso conjunto de los principales socios de Estados Unidos, cuya cuota comercial cayó de 59.5% a 51.6%.
China redujo su participación del 14.2% al 9.0% debido a los nuevos gravámenes arancelarios.
La Unión Europea bajó de 18.3% a 16.1%.
Canadá retrocedió de 12.5% a 11.0%.
En cambio, México creció de 14.5% a 15.5%, consolidándose como el mayor proveedor individual de Estados Unidos, si se excluye al bloque de los 27 países europeos.
El informe también resalta que Vietnam y Taiwán lograron avances notables en el mercado norteamericano.
Vietnam pasó de 4.2% a 6.2% de participación, mientras que Taiwán subió de 4.5% a 6.7% en el último año, impulsados por la relocalización de empresas que buscan esquivar los nuevos aranceles impuestos a China.
De acuerdo con el IMCO, la ventaja competitiva derivada del T-MEC ha permitido a México sortear con éxito los cambios en la política comercial de Washington.
Mientras otros países enfrentan tarifas más altas o cuotas de importación, México mantiene un arancel general promedio del 25%, frente al 35% que paga Canadá, lo que refuerza su papel como proveedor confiable y estratégico dentro de América del Norte.
“El acceso preferencial del T-MEC funciona como un amortiguador frente al proteccionismo estadounidense”, señala el análisis.
Sin embargo, el instituto advierte que la estabilidad dependerá de la revisión del T-MEC en 2026 y de la capacidad del país para fortalecer sus cadenas de suministro y atraer mayores inversiones en manufactura.
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