La empresa creadora de los Funko Pop, esos populares muñecos con cabezas grandes que representan personajes de Disney, Star Wars, Harry Potter y la NFL, enfrenta serias dificultades económicas que podrían poner en riesgo su continuidad. Los aranceles impuestos en países donde fabrica, como China, Vietnam y México, y la caída en ventas han llevado a la compañía a advertir sobre la posibilidad de cerrar operaciones el próximo año.
En su más reciente informe trimestral, Funko reconoció que existen “serias dudas sobre la capacidad de la compañía para continuar como empresa en funcionamiento”. El reporte indicó que las ventas netas cayeron 16%, pasando de 756 millones de dólares en 2024 a 635 millones en 2025, debido a menor demanda minorista, exceso de inventario y costos adicionales por aranceles.
Para coleccionistas como Ricardo Alegro, que posee más de mil 500 figuras, la situación tiene un lado positivo: el valor de los Funko Pop podría subir si la empresa deja de producirlos. “No vivimos de esto, pero lo vemos como un ahorro de emergencia. Si algún día tenemos un problema fuerte, podemos vender parte de la colección”, explica Ricardo. En años anteriores, llegó a revender figuras con ganancias de entre 35 y 40%.
El problema se intensificó cuando Funko cambió su estrategia: de atender principalmente a coleccionistas pasó a producir en masa, llenar anaqueles y multiplicar versiones de los mismos personajes. Esto generó inventario sin salida, saturación de bodegas y pérdidas para revendedores que compraron en volumen. Actualmente, algunos Funko Pop que en tiendas cuestan 350 pesos se venden en mercados secundarios por 100 o 150 pesos, reduciendo significativamente el valor de muchas colecciones.
Para expertos, el riesgo de quiebra es real. Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia para América Latina, advierte: “Una caída de doble dígito en ventas, en un producto que no es de primera necesidad, es una señal fuerte de alerta. La inflación, los aranceles y la pérdida de atractivo juegan en contra de Funko”.
Calzada señala que la compañía tiene pocas opciones para revertir la tendencia: alianzas estratégicas, venta de activos o nuevos lanzamientos que vuelvan a conectar con los consumidores. “Funko tiene que encontrar una nueva narrativa. El mercado ya tocó techo y el furor inicial se apagó. Si no se renueva, la compañía podría desaparecer”, añade.
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