El albergue “Hogar Temporal Palenque, Adopta a un Amigo (HOTEPA)”, ubicado en Acapulco, Guerrero, enfrenta una de las peores crisis desde su creación, luego de que durante la madrugada un grupo de delincuentes ingresara al lugar y lo dejara prácticamente vacío. Más de 60 perros que dependen del espacio quedaron sin comida, sin equipo y sin los insumos básicos que permiten su atención diaria.
Instalaciones saqueadas por completo
De acuerdo con las encargadas del albergue, los responsables del robo aprovecharon la noche para romper puertas y ventanas, ingresar a las instalaciones y llevarse desde herramientas hasta mobiliario que utilizan para preparar alimento y mantener limpio el lugar. Entre lo robado se encuentran croquetas, utensilios de cocina, estufa, refrigerador, herramientas y material de limpieza.
La activista Wendy Santana, presidenta de HOTEPA, explicó que la escena al amanecer era desoladora: el portón abierto, objetos tirados y la ausencia total de los insumos que habían reunido a lo largo de meses gracias a donaciones. “Nos dejaron sin nada. No tenemos objetos de lujo, pero era lo único que teníamos para trabajar”, lamentó.
Un perro herido durante el ataque
Durante el asalto, uno de los perros resguardados, llamado Pirata, fue lastimado con un arma de balines. El impacto lo dejó lesionado y tuvo que ser trasladado al Centro de Bienestar Animal, donde fue atendido y posteriormente reportado fuera de peligro. Aunque sobrevivió, el caso muestra el nivel de violencia que se ejerció incluso contra los animales.
Tras los hechos, el albergue presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de Guerrero, con la intención de que se investigue lo ocurrido y se identifique a los responsables del robo y las agresiones.
Además del daño material, el golpe emocional para quienes administran el refugio ha sido profundo. Todo lo robado —alimento, insumos de limpieza, equipo básico y herramientas— representaba el esfuerzo acumulado de meses de trabajo y donaciones ciudadanas. En un espacio que opera sin apoyo gubernamental y depende de voluntarios, estas pérdidas dificultan aún más su operación diaria.
Santana señaló que el robo no solo afecta a quienes dedican su tiempo al albergue, sino también a los más de 60 perros rescatados, muchos de los cuales requieren atención constante debido al estado en el que fueron encontrados.
Vecinos y activistas responden con solidaridad
Después del incidente, habitantes de comunidades cercanas y activistas se organizaron para montar una colecta de emergencia. El objetivo es reunir alimento, material de limpieza, herramientas y equipo básico para que el albergue pueda retomar sus actividades mientras se reponen los objetos perdidos.
El llamado a la ciudadanía ha comenzado a circular en redes sociales locales, donde se invita a donar croquetas, cobijas, platos, materiales de limpieza o cualquier recurso que permita atender nuevamente a los animales.
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