Washington, Estados Unidos. — La propuesta de Netflix para adquirir por 72 mil millones de dólares los estudios y plataformas de Warner Bros. Discovery (WBD) —incluidos HBO Max y sus divisiones de contenido— ha generado una fuerte ola de escepticismo político y regulatorio en Estados Unidos. Funcionarios del gobierno de Donald Trump y varios legisladores republicanos expresaron reservas sobre el impacto de la operación en la competencia del mercado del streaming y en la diversidad de la oferta para los consumidores .
Aunque la compañía de streaming superó las ofertas de otros interesados, la Casa Blanca mostró preocupación por el tamaño y alcance del acuerdo. El senador Mike Lee , presidente del comité antimonopolio , advirtió que la compra “ debería enviar una señal de alarma a los responsables de la aplicación de las leyes antimonopolio en todo el mundo ”. Según el legislador, la absorción de Warner Bros. “ podría marcar el fin de la Edad de Oro del streaming ”, al concentrar una parte excesiva de la industria bajo una sola empresa.
Fuentes cercanas al Ejecutivo señalaron que la administración Trump ve con “serio escepticismo” la propuesta , especialmente porque eliminaría la competencia directa entre HBO Max y Netflix , que juntos suman cientos de millones de suscriptores a nivel global. La postura no es nueva: durante su primer mandato, Trump ya se opuso públicamente a la compra de Time Warner por AT&T , bajo argumentos similares de concentración mediática .
En este nuevo contexto, la empresa Paramount Skydance , encabezada por David Ellison , se ha posicionado como una alternativa más “aceptable” para el gobierno estadounidense. De acuerdo con informes del New York Post , Ellison viajó esta semana a Washington junto a un equipo legal liderado por Makan Delrahim , exjefe antimonopolio del Departamento de Justicia durante el primer mandato de Trump. La misión, según las fuentes, fue convencer a funcionarios y legisladores de que un acuerdo con Netflix enfrentaría obstáculos regulatorios graves , mientras que una adquisición por parte de Paramount ofrecería un camino más fluido hacia la aprobación.
En paralelo, Paramount envió cartas al consejo de WBD advirtiendo que la venta a Netflix “ podría no concretarse nunca ” debido al alto nivel de escrutinio en Estados Unidos y otros mercados internacionales . Esta posición contrasta con la del actual director ejecutivo de Warner Bros. Discovery, David Zaslav , quien ha manifestado su disposición a defender el acuerdo en tribunales si el Departamento de Justicia intenta bloquearlo.
Por su parte, Netflix sostiene que la fusión beneficiaría a suscriptores, trabajadores y accionistas , al combinar catálogos, recursos técnicos y contenido original. Sin embargo, el Departamento de Justicia y las autoridades europeas ya preparan una revisión exhaustiva del acuerdo , enfocada en evaluar si la operación podría reducir la competencia, aumentar precios o limitar la oferta de contenidos .
El jefa antimonopolio del Departamento de Justicia , especialista en medios y tecnología, ha señalado que el contexto actual —con aumentos recientes en las tarifas de Netflix y HBO Max— podría agravar los efectos negativos de la concentración .
La oposición política a la compra no se limita al sector conservador. Las senadoras Elizabeth Warren y Pramila Jayapal , figuras destacadas del Partido Demócrata , calificaron la fusión como una “pesadilla antimonopolio” , advirtiendo que podría generar “ más aumentos de precios, menos control creativo y salarios más bajos para los trabajadores del entretenimiento ”.
Con el acuerdo aún pendiente de aprobación, Netflix enfrenta uno de los mayores desafíos regulatorios de su historia , en un momento en que la industria del entretenimiento busca redefinir su equilibrio entre creación artística, competencia económica y concentración tecnológica .
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Djs