París, Francia. — El Museo del Louvre enfrenta una nueva polémica tras una inundación de agua sucia ocurrida el pasado 27 de noviembre , que dañó más de 400 obras y documentos en la biblioteca de antigüedades egipcias , ubicada en el pabellón Mollien . El incidente, causado por la avería de tuberías deterioradas , ha provocado varias críticas sobre el mantenimiento y las prioridades presupuestales del museo más visitado del mundo.
La información fue dada a conocer por la revista especializada La Tribune de l'Art y confirmada por el canal BFMTV , que tuvo acceso a fotografías del siniestro ya un correo interno del Comité de Higiene, Seguridad y Condiciones de Trabajo (CHSCT) del Louvre. En el mensaje, enviado un día después del incidente, se detalla que “ una válvula que alimentaba las tuberías situadas encima de la documentación, conocidas por su mal estado, provocó una importante fuga de agua sucia que dañó gravemente obras y documentos ”.
De acuerdo con el reporte, los espacios de trabajo quedaron inutilizables y los empleados presentes durante la noche lograron detener la fuga antes de que el líquido alcanzara una caja eléctrica , lo que habría podido causar un accidente grave .
El editor de La Tribune de l'Art , Didier Rykner , estimó que unas 400 piezas resultaron afectadas , algunas de ellas en estado irrecuperable , y señaló que este siniestro era previsible , pues “ desde hace años el personal del departamento advertía sobre el peligro de una rotura de las canalizaciones cuyo deterioro era bien conocido”.
La biblioteca de antigüedades egipcias del Louvre forma parte de un área de acceso restringido destinada a investigadores, conservadores e historiadores del arte . Su acervo incluye manuscritos, registros y estudios que documentan siglos de investigación sobre el Egipto antiguo.
Rykner criticó además la gestión administrativa del museo , al señalar que, mientras se desatendían las reparaciones urgentes, se destinaron 276 mil euros para mobiliario de diseño en las oficinas de la presidenta del Louvre, Laurence des Cars , y de otros altos funcionarios.
El incidente se suma a un período de crisis institucional para el museo, apenas semanas después del robo ocurrido el 19 de octubre en la galería de Apolo , donde un grupo de ladrones, que ingresó con un montacargas en pleno día, sustrajo joyas de la corona de Francia . Aunque los autores del robo fueron detenidos , las piezas aún no han sido recuperadas , y el caso ha derivado en una investigación administrativa cuyos resultados serán presentados ante el Senado francés en los próximos días.
Con este nuevo episodio, el Louvre enfrenta crecientes cuestionamientos sobre su gestión interna, sus prioridades financieras y las medidas de seguridad que resguardan uno de los patrimonios artísticos más importantes del planeta.