Atlixco.— Aunque la flor de nochebuena es uno de los símbolos más representativos de la temporada decembrina y un atractivo para visitantes y compradores locales, la mayoría de la producción del clúster de viveros de la colonia Cabrera de esta ciudad no se queda en este pueblo mágico y no se vende directamente al consumidor final.
De acuerdo con testimonios recabados entre productores de esta zona de cada 10 macetas de nochebuena que se comercializan durante la temporada alta únicamente dos son adquiridas por habitantes de Atlixco.
Mientras que otras dos son compradas por turistas que visitan la ciudad. Las seis restantes quedan en manos de intermediarios, principalmente minoristas y mayoristas, provenientes de distintas entidades del país.
Estos compradores foráneos han encontrado en la colonia Cabrera un nicho estratégico por la combinación de calidad, volumen y precios competitivos. Y eso posicionó a Atlixco como uno de los principales centros de producción y distribución de nochebuena a nivel nacional.
La creciente demanda del mercado alcanzó un impacto directo en la expansión productiva del sector. Datos proporcionados por los propios viveristas indican que en 1999 la cifra anual oscilaba entre cinco y seis mil plantas. A 26 años de distancia ese universo se incrementó de manera exponencial alcanzando o incluso superando el millón 200 mil unidades por temporada.
Este crecimiento no sólo refleja la consolidación del clúster viverista de Cabrera, sino también su relevancia económica para Atlixco al generar empleo temporal, dinamizar la cadena de suministro agrícola y fortalecer la proyección del municipio como referente nacional en la producción de plantas ornamentales.
La información dejo en evidencia que, más allá del consumo local y turístico, son los intermediarios quienes sostienen el grueso del mercado convirtiéndose en los verdaderos clientes de la nochebuena atlixquense.
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Foto: Cortesía
cdch
