Bretaña, Francia. – Un equipo de arqueólogos marinos descubrió bajo las aguas del Atlántico un misterioso muro de piedra de unos 7 000 años de antigüedad , considerado uno de los hallazgos más sorprendentes de la arqueología europea reciente. La estructura, ubicada frente a la Île de Sein , en la región francesa de Bretaña , se encuentra a unos nueve metros de profundidad y mide aproximadamente 120 metros de largo .
Según los investigadores, el muro habría sido construido entre 5 800 y 5 300 aC , en el período de transición entre el Mesolítico y el Neolítico, lo que lo convierte en una de las estructuras humanas sumergidas más antiguas conocidas en Europa occidental . El hallazgo fue documentado mediante escaneos láser del lecho marino y verificado posteriormente a través de inmersiones realizadas entre 2022 y 2024.
El estudio, publicado en el International Journal of Nautical Archaeology , revela que la construcción está formada por grandes bloques de granito, algunos de ellos de varias toneladas, lo que sugiere un notable nivel de organización social y técnica entre las comunidades costeras de la época. Además, se identificaron una docena de estructuras menores cercanas, posiblemente parte de un sistema más amplio.
Los científicos plantean dos principales hipótesis sobre su propósito original. Una de ellas sostiene que el muro podría haber funcionado como una trampa para peces , diseñada para aprovechar las mareas y facilitar la pesca. Otra teoría sugiere que habría sido una barrera de contención frente al ascenso del nivel del mar , que comenzó a aumentar rápidamente tras el final de la última glaciación.
Más allá de su función, el descubrimiento redefine la comprensión de las capacidades humanas en tiempos prehistóricos. Los arqueólogos destacan que este tipo de construcciones preceden a los grandes monumentos megalíticos de Bretaña , como los de Carnac, lo que indica que las sociedades costeras del Atlántico europeo ya poseían conocimientos avanzados en ingeniería y trabajo colectivo .
El muro de la Île de Sein no solo aporta evidencia material sobre cómo vivían y se adaptaban las comunidades antiguas al entorno marino, sino que también abre una nueva línea de investigación sobre los asentamientos humanos hoy sumergidos debido al incremento del nivel del mar hace millas de años.
Este hallazgo, aseguran los investigadores, cambia la perspectiva sobre las raíces tecnológicas y sociales de la humanidad europea , revelando que mucho antes de las civilizaciones conocidas, ya existían comunidades capaces de construir, planificar y transformar su entorno con propósito y precisión.
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Foto: Especial
DJS
