El primer ministro de Israel, y criminal de guerra, Benjamín Netanyahu, firmó un plan cuyo propósito es extender los asentamientos coloniales ilegales en Cisjordania, con el fin de desplazar a más civiles palestinos a la fuerza y construir alrededor de 3,000 viviendas para extremistas religiosos etnosupremacistas.
Durante un ominoso y polémico discurso que dio en lo que alguna vez fue una prospera tierra de pueblos indígenas palestinos, el líder sionista aseguro que hará todo lo posible para evitar que exista un Estado palestino, indicando que todo ese lugar le pertenece al presunto “pueblo de Dios” por “derecho divino”.
Tras recibir aplausos por parte de paramilitares y supremacistas sionistas, el primer ministro plasmó su firma en el acuerdo, conocido como E1, junto con el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich. A través de este proyecto se busca quitar de forma violenta las tierras a personas palestinas, para apropiárselas.
De acuerdo con múltiples especialistas de la región, esta decisión del primer ministro buscado por crímenes contra la humanidad podría llevar a que las relaciones de Israel con sus aliados se vean aún más afectadas, algo que no conviene considerando el reciente apoyo que EU voceo por Qatar tras ataques israelís.
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Foto: AP News // Al Jazeera
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