En el marco de la 67 entrega del Ariel, el reconocido actor mexicano Joaquín Cosío, famoso por su papel del Cochiloco, compartió anécdotas sobre sus inicios en la actuación y reflexionó sobre lo que considera “no negociable” después de cuatro décadas de trayectoria. Durante una masterclass en el Centro Universitario de la Costa en Puerto Vallarta, el nayarita recordó cómo descubrió la actuación casi por accidente y cómo ha aprendido a elegir sus proyectos.
El actor de “El Infierno” reconoció que nunca planeó ser actor, pero una experiencia en teatro marcó el rumbo de su vida. “Es una vocación inevitable, no tomé la decisión de ser actor, ocurrió de repente”, expresó. A sus 62 años, asegura que lo más importante para él sigue siendo disfrutar del rodaje y trabajar con guiones que representen un verdadero conflicto para sus personajes.
Cosío se mostró agradecido por haber participado en películas de calidad, aunque advirtió que el éxito no depende del actor. “Uno no puede decidir estar en una buena película, porque nunca se sabe si lo será o no”, dijo. Además, subrayó que lo que no está dispuesto a negociar es su bienestar creativo y personal, pues para él la actuación debe ir siempre acompañada de diversión y satisfacción.
Con una filmografía que incluye títulos como “Matando Cabos”, “Rudo y Cursi”, “El Infierno” y colaboraciones con Guillermo del Toro, el intérprete nayarita también ha brillado en producciones de Hollywood como Quantum of Solace y The Suicide Squad. Actualmente, participa en la serie “Las muertas”, donde interpreta a un militar corrupto, reafirmando su lugar como uno de los actores más versátiles del cine mexicano contemporáneo.
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