El empresario poblano Julián Ventosa Tanús fue galardonado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, como “El Empresario Constructor del Año”.
Con la aceptación que aborda el tema -en este espacio-sobre mi respetado amigo, me hace perder objetividad, pero ni modo. Ya me tocaba hacerlo después 35 años en el periodismo.
En el marco del 50 aniversario de la CMIC se subrayó el papel del Grupo JV por su “trayectoria y aportación al desarrollo del sector de la construcción en la entidad”.
Y aquí nadie podrá negar que el crecimiento en la zona metropolitana de Puebla con edificios vanguardistas trae el sello Ventosa.
Grupo JV, encabezado por Don Julián Ventosa Aguilera, otro querido amigo, se ha consolidado como una de las empresas más sólidas del sector en Puebla, con desarrollos emblemáticos en vivienda vertical, oficinas y espacios de uso mixto. Su sello distintivo ha sido la innovación arquitectónica, el diseño sostenible y el impacto positivo en la comunidad.
En Puebla es poco común, más allá de la amistad con Julián, que los empresarios no inviertan en su estado.
Sexenios se van, mientras Grupo JV se mantiene en crecimiento: siempre genera empleos, construye edificios, e invierte en el desarrollo inmobiliario para cambiar el rostro de la nueva Puebla.
A Julián Ventosa Tanús lo conocí a mediados del milenio, precisamente cuando encabezaba el periódico Milenio Puebla.
Me invitó a escribir una columna que llame Círculo Rojo hasta concluida la primera década del 2000.
De ahí sólo una amistad a prueba de ácido, pero eso salpicada por buenos tintos.
Felicidades Julián, lo mejor siempre, porque lo mereces.
LMR