La producción de Star Wars: Starfighter continúa en Reino Unido, mientras que los estudios de sonido en Hungría y las casas de posproducción en Australia mantienen un ritmo intenso. La industria cinematográfica global avanza pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a proponer aranceles del 100% a las películas producidas fuera del país, con la intención de proteger empleos en el cine estadounidense.
A diferencia de la primera vez que se anunció la medida en mayo, cuando generó incertidumbre y retrasos en proyectos internacionales, la reacción ahora ha sido más moderada. Expertos legales y productores señalan que la amenaza no ha paralizado la actividad de la industria como ocurrió meses atrás.
Estudios recientes muestran que, aunque el gasto total en producciones ha disminuido un 15% respecto al año anterior debido a recortes en series con guion y películas de gran presupuesto, no hay señales de que Hollywood esté regresando masivamente sus rodajes a Estados Unidos por temor a los aranceles. Según ProdPro, los centros de producción internacionales siguen siendo esenciales para la industria, y los estudios continúan aprovechando incentivos y ubicaciones en todo el mundo.
En resumen, a pesar de los anuncios de Trump, la producción cinematográfica global sigue activa y la amenaza de impuestos al cine extranjero no ha detenido la filmación ni cambiado significativamente las estrategias de los estudios estadounidenses.
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