Las señales de desaceleración económica a nivel mundial se hicieron más claras tras la reciente revisión del Banco Mundial, que redujo su expectativa de crecimiento para 2025 a un 2.3%. Esta nueva proyección representa un descenso de 0.4 puntos porcentuales respecto a lo anticipado a comienzos de año y refleja los obstáculos que enfrentan los mercados globales debido a las tensiones comerciales persistentes.
Aunque la posibilidad de una recesión para este año no está en el radar del organismo, advierte que si la situación actual se mantiene en los próximos dos años, el crecimiento económico a nivel mundial podría ser el más bajo en varias décadas, comparable solo con el estancamiento de los años 60.
El reporte menciona un aumento considerable en las barreras comerciales internacionales, sin señalar directamente a figuras específicas, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En particular, se revisó a la baja la previsión para la economía estadounidense, que se espera crezca solo un 1.4% este año, la mitad de lo proyectado para 2024, cuando el crecimiento se estimaba en 2.8%. Esto marca una reducción significativa frente al pronóstico inicial para 2025, que era de 2.3%.
Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, expone en el informe semestral “Perspectivas Económicas Globales” que la economía mundial perdió la oportunidad de un “aterrizaje suave”: una desaceleración controlada que permitiera domar la inflación sin provocar una recesión.
Gill señala que “la economía mundial hoy en día se enfrenta nuevamente a turbulencias” y advierte que, sin una corrección rápida en las políticas económicas, las consecuencias podrían afectar gravemente el nivel de vida en diferentes regiones.
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