Los peores gobiernos municipales de Morena

Por leticiam , 24 Octubre 2025

Mucho trabajo va a tener por delante el oficialismo para  mantener el control de cuatro ayuntamientos importantes en la entidad para el 2027.

Se trata de cuatro cabeceras distritales muy importantes en la entidad y de los mayores centros poblacionales en el estado, cuyas autoridades dejan mucho que desear hasta el momento por el pobre desempeño y la corrupción de sus administraciones.

Se trata de los alcaldes de San Martín Texmelucan, Juan Manuel Alonso Ramírez, de Acatlán, Guadalupe Bárcena, de Teziutlán, Karla Martínez Gallegos y de Tehuacán, Alejandro Barroso Chávez.

Juan Manuel Alonso, quien llegó siglado por el Partido Verde, es el rey del nepotismo. De acuerdo con documentos difundidos, varios familiares y allegados del alcalde y de su esposa, Karla González Martínez, ocupan puestos dentro del ayuntamiento y del DIF municipal, con salarios que en su conjunto superan los 122 mil pesos mensuales.

Algunos de estos personajes son: María Fernanda Espejel Alonso, hermana del alcalde, quien cobra como directora del centro de rehabilitación del DIF de Texmelucan con un salario de 18 mil 500 pesos mensuales; su otro hermano, José Manuel Alonso Espejel, cobra como jefe de servicios administrativos del DIF, con un salario de 14 mil 722 pesos mensuales.

A estos se suma Teresita Yazmín Ochoa Rojas, cuñada del alcalde, quien trabaja como directora de programas sociales con un salario de 23 mil 339 pesos, así como Élida Andrea Ochoa Martínez, hermanastra de la esposa del alcalde, quien se desempeña como directora de recursos humanos de la comuna y devenga 28 mil 425 pesos mensuales.

Clementina Yünuen Ochoa Rojas, prima de la esposa del edil, también está en nómina con 18 mil 537 mensuales, además de María Fernanda Treviño Caselín, quien es sobrina de la esposa del alcalde texmeluquense y que cobra como jefe de proyectos del DIF municipal con un salario de 18 mil 537 pesos. Solo por mencionar algunos casos, además de que su suegra es proveedora de su administración.

Otro caso es la actual presidenta municipal de Acatlán de Osorio, Guadalupe (Lupita) Bárcena, ahijada política de Jorge Estefan, expresidente conversa y siglada también en la pasada elección por el partido Verde. 

Bárcena ha sido objeto de todo tipo de escándalos, su familia tiene recursos económicos, por lo cual para ella la austeridad república es como la democracia, para los griegos y para los pendejos.

La alcaldesa de la mixteca poblana gusta lucir bolsos “Carolina Herrera”, vestidos de marca, zapatos finos, pero además es insensible ante la pobreza en la que vive la mayoría de la población de este lugar, caracterizado por la expulsión de sus pobladores hacia los Estados Unidos.

En su pasado informe de labores, Lupita usó encapuchados para reprimir a los inconformes, quienes le gritaban y reprobaban su administración. Durante el zafarrancho estuvieron retenidos y jaloneados por los policías municipales, el propio delegado de Gobernación en esa región, Dante Ramírez y Márquez, también la Regidora de Industria y Comercio, Mary Cruz Bello, además de que por la fuerza sacaron a los inconformes.

Su vida privada también es de escándalo y ha sido vista constantemente visitando los casinos y bares de la zona de Sonata en Lomas de Angelópolis.

Otra alcaldesa reprobada es la de Teziutlán, Karla Martínez Gallegos, ligada políticamente al grupo del exgobernador Sergio Salomón, quien impulsó su carrera política.

Karla es la segunda alcaldesa mejor pagada de Puebla, con un salario que llegó a ser de 111 mil pesos, el cual se bajó apenas hace unos días a 82 mil, para que ya no la estuvieran criticando.

La alcaldesa morenista no transparenta los gastos de su administración, pero sí se dio el lujo de contratar a Mijares y pagarle 12 millones de pesos por su presentación, la cual duró solo una hora, en donde la presidenta y sus amigos gozaron en primera fila del artista.

En su gestión solo ha transparentado recursos de seis contratos por 15 millones de pesos y la falta de obra pública es palpable en todo el municipio. La alcaldesa apenas cuenta con el 55 por ciento de aprobación por parte de sus gobernados.

Otro alcalde que no tiene nada que presumir es el edil de Tehuacán, Alejandro Barroso, quien fue impulsado por el entonces aspirante a la candidatura de Morena a la gubernatura, Nacho Mier.

Barroso ya tiene harta a la población de Tehuacán, la cual el pasado martes intentó hacerle una manifestación, para llamar la atención del gobernador Armenta quien se encontraba en la ciudad para encabezar el inicio de la temporada del mole de caderas.

Es tanto el disgusto en contra de Barroso que el gobernador ni siquiera lo mencionó durante el festejo y eso que estaba en el municipio que este personaje gobierna.

Al igual que otros alcaldes morenistas, Barroso ha metido a su familia a la nómina y tiene sumido a Tehuacán en graves problemas de inseguridad. 

Con estos antecedentes va a ser muy difícil para el “oficialismo” el poder mantener para el 2027 estas plazas, de las más grandes que existen en el estado. San Martín se estima tiene una población de 165 mil habitantes, Acatlán tiene 20 mil, Teziutlán alrededor de 110 mil y Tehuacán más de 350 mil habitantes.

San Martín contó con un presupuesto para este año de 543 millones de pesos, Acatlán de Osorio con 182 millones, Teziutlán cuenta con 390 millones y Tehuacán con mil 1664 millones, nada más.

Dice que no lo corrieron, que él renunció. Al inicio trascendió que le habían solicitado la renuncia al secretario del Bienestar, Javier Aquino, e inclusive se especuló que era parte de una purga de los cuadros ligados al exgobernador Sergio Salomón.

Sin embargo, es de todos conocido que había, desde hace tiempo, una especie de aislamiento hacia el exsecretario. Tenía poca exposición, a pesar de ser titular de una dependencia muy importante.

Aquino, además de sentirse menospreciado, en corto se quejaba de malos tratos, de tal manera que decidió presentar su renuncia la cual tomó por sorpresa a todos, y todos son todos, incluida Laura Artemisa García Chávez, su relevo.

Lo más sorprendente es que cuando se hizo oficial su salida, Aquino ya despachaba en una dependencia del gobierno federal. Antes de separarse buscó cobijo con su jefe político, Sergio Salomón, que ha tenido la habilidad de ganarse la confianza de la presidenta, Claudia Sheinbaum.

El exgobernador es un diplomático nato. Se mueve como pez en el agua en el gabinete presidencial y cada día gana más influencia.
Sin duda el exmandatario es un personaje a seguir y está reagrupando y protegiendo a sus más cercanos, algo que no hicieron otros personajes y aspirantes en el pasado.

riva_leo@hotmail.com

 

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