Puebla ya se convirtió en la capital de huachigas de todo el país. Se situó en el primer lugar con 116 tomas clandestinas de Gas LP, de enero a junio del 2025, de acuerdos con datos de Pemex.
Está claro que la delincuencia lleva mano en este rubro que afecta las arcas petroleras, pero sin duda revela la impunidad con la operan estas bandas del crimen organizado.
Los municipios más afectados son San Salvador, Tlahuapan, Tepeaca, Huejotzingo y San Martín Texmelucan.
Puebla fue pionera en delitos de tomas clandestinas de petróleo en el 2013. De hecho, se abrió la ruta del Triángulo Rojo, donde la protección política y la complicidad social permitieron la expansión de la industria huachicolera.
Jefes policiacos inmiscuidos en el traslado de contenedores con hidrocarburo, robo de camionetas que eran enterradas llenas de tambos de gasolina y un sistema de vigilancia que iba desde el halconeo hasta la instalación de cámaras para detectar la presencia policiaca.
Cuentan que tal fue la capacidad económica de los delincuentes que hasta construyeron túneles en el Triángulo Rojo para transportar el combustible, así como poder movilizar a los capos del huachicol.
Ahora que Puebla figura como primer lugar en huachigas, otro negocio al amparo de Pemex, no estaría de más que esos operativos federales que se han registrado en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco se trasladaran a la entidad.
Igual hasta podríamos sorprendernos de empresarios y políticos que han hecho, los primeros fortuna; y los segundos trayectoria para beneplácito del crimen.
Lamentable por donde se vea que Puebla sea hoy la capital del huachigas en México.
clh