Puebla, Pue. – En cada diciembre, las mesas poblanas se llenan de aromas dulces y recuerdos familiares con la llegada de los polvorones sevillanos , un postre de origen andaluz que se ha convertido en símbolo de unión, tradición y celebración navideña en el estado.
Considerados un auténtico “ lujo artesanal ” de temporada, los polvorones llegaron a México durante la época colonial y encontraron en Puebla un hogar fértil para conservar su esencia española. Elaborados con harina, manteca, azúcar glass y almendra molida , su textura inconfundible —que se deshace al primer bocado— y su sabor mantecoso evocan siglos de historia compartida entre Andalucía y el corazón de México.
En España, los polvorones tienen su cuna en Estepa, Sevilla , donde operaron hace más de cuatro siglos. Su fama se extendió por Europa como un dulce de invierno, y al cruzar el Atlántico, se adaptó a los ingredientes y gustos locales. En Puebla, esa herencia se transformó en un postre entrañable, que forma parte de las celebraciones decembrinas, posadas y cenas familiares , además de ocupar un lugar especial en los aguinaldos o regalos de fin de año.
Dulcerías del centro histórico, como las ubicadas en las calles 6 Oriente y 4 Poniente, mantienen viva la receta tradicional, ofreciendo versiones con nuez, piñón, canela o ajonjolí , envueltas en papel de colores que evocan la calidez de la Navidad. Cada pieza conserva el espíritu artesanal: amasada a mano, horneada lentamente y espolvoreada con azúcar glas, símbolo de pureza y celebración.
Para muchas familias poblanas, elaborar polvorones sigue siendo un ritual de convivencia . Madres, hijas y abuelas comparten recetas transmitidas por generaciones, mezclando los ingredientes con precisión y cariño. En los hogares donde aún se hornean, el aroma de la manteca tostada y el azúcar caliente anuncia el inicio de la temporada navideña.
Además del valor sentimental, este dulce representa una tradición económica viva . Durante diciembre, la demanda aumenta en mercados y tiendas locales; algunos artesanos afirman que el kilo de polvorones puede alcanzar precios más altos que en años anteriores debido al costo de las almendras y la manteca, lo que refuerza su carácter de “postre de lujo navideño”.
Sin embargo, más allá del precio, los polvorones sevillanos son un puente entre culturas y generaciones. En cada bocado, los poblanos saborearon la herencia de un dulce que viajó siglos atrás desde Sevilla hasta el Valle de Puebla, donde encontró su nueva identidad.
“Cada Navidad, los hacemos juntos; es nuestra manera de sentirnos cerca, aunque algunos vivan lejos”, comparten vecinos del barrio de Analco, donde familias enteras se reúnen para hornearlos.
Así, entre harina, almendra y azúcar, los polvorones sevillanos siguen uniendo a las familias poblanas, recordando que en la dulzura de la tradición también habita la memoria de un pueblo que celebra su historia con sabor, afecto y orgullo.
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Foto : Redes sociales
Djs
