México.- Las infecciones urinarias, que cada año afectan a millones de mexicanos, representan un desafío creciente para el sistema de salud pública del país. En lo que va de 2025, han sido registrados más de 2.1 millones de casos, colocándolas como la tercera causa de infección en México, según el Boletín Epidemiológico Nacional.
Por su impacto en mujeres, su recurrencia y la posibilidad de complicaciones graves, como daño renal, son un tema prioritario en la agenda de salud.
Las infecciones de vías urinarias (IVU) son de las más frecuentes en la población mexicana. De acuerdo con el Boletín Epidemiológico del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de México, en lo que va del año se han reportado más de 2.1 millones de casos de IVU, ubicándose en tercer lugar después de las infecciones intestinales (más de 10 millones de casos) y las respiratorias agudas (más de 2.6 millones).
Aunque suelen percibirse como enfermedades menores, su recurrencia, complicaciones y relación con padecimientos crónicos las convierten en un problema de salud pública que requiere atención oportuna y adecuada.
En entrevista para UNAM Global, Víctor Gómez Bocanegra, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó de manera detallada las causas, síntomas, factores de riesgo, prevención y tratamiento de estas infecciones.
Principales bacterias y síntomas
Las IVU son causadas por bacterias, principalmente Escherichia coli, responsable de casi 90 por ciento de los casos. Estas infecciones atacan distintas partes del sistema urinario, como la uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones.
“Infecta inicialmente la uretra y comienza a provocar los síntomas que padecen las personas con infecciones urinarias”, detalló Víctor Gómez Bocanegra, académico del Departamento de Salud Pública, UNAM.
Los síntomas de la infección son ardor al orinar, urgencia miccional y molestias abdominales. En casos graves, también puede haber fiebre y malestar general. La relevancia de atender estas infecciones a tiempo radica en su capacidad de escalar a complicaciones más serias.
“Si hay infecciones recurrentes o no se atienden adecuadamente, la bacteria puede ascender hacia los riñones y causar pielonefritis”, expuso Víctor Gómez Bocanegra, de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Clasificación de las IVU
Las infecciones urinarias se clasifican en distintas categorías, lo que permite adaptar el tratamiento al caso específico:
- Infecciones no complicadas: como la cistitis, que es fácil de tratar, afectan principalmente a mujeres sanas.
- Infecciones complicadas: se presentan en personas con factores de riesgo, como malformaciones anatómicas, diabetes o antecedentes quirúrgicos.
- Infecciones altas: comprometen estructuras, como los riñones y uréteres.
- Infecciones bajas: afectan la uretra y la vejiga.
Factores de riesgo y poblaciones vulnerables
Aunque cualquier persona puede presentar una IVU, las mujeres son más propensas debido a “la cercanía entre el ano y la uretra que favorece la entrada de E. coli al tracto urinario”.
“En ocasiones, el acto sexual causa microlesiones en el aparato urinario, lo cual facilita la proliferación bacteriana”, expresó Víctor Gómez Bocanegra.
Otros factores que aumentan la probabilidad de infección son las relaciones sexuales, algunos anticonceptivos y la menopausia. El uso de anticonceptivos hormonales puede modificar el equilibrio del ambiente vaginal, lo que propicia el crecimiento bacteriano.
En cuanto a la menopausia, señaló que los cambios hormonales disminuyen la humedad vaginal y alteran su flora, lo que vuelve a las mujeres “más vulnerables al desarrollo de bacterias”.
Además, existen grupos en los que las IVU requieren mayor vigilancia médica:
- Mujeres embarazadas con bacteriuria asintomática: aunque no haya síntomas, la presencia de bacterias en la orina puede derivar en pielonefritis y aumentar el riesgo de partos prematuros.
- Pacientes con diabetes o inmunosupresión: en ellos la progresión de la infección puede ser más rápida y complicada.
Consejos para prevenir infecciones urinarias
Afortunadamente, gran parte de las IVU pueden prevenirse con hábitos sencillos, dice el investigador, y recomienda:
- Beber suficiente agua diariamente para facilitar la eliminación natural de bacterias
- Orinar después de las relaciones sexuales
- Mantener una higiene adecuada: en las mujeres, limpiarse de adelante hacia atrás
- Evitar ropa interior sintética o muy ajustada
- No retener la orina por lapsos prolongados
- Evitar la automedicación y consultar al médico al sentir el primer síntoma
Recientemente se han popularizado remedios naturales, como el jugo de arándano y suplementos de D-manosa, pero no sustituyen el tratamiento médico.
Automedicarse puede agravar las IVU
Uno de los principales peligros relacionados con las IVU es la automedicación, especialmente cuando se interrumpe el tratamiento antes de lo indicado por el médico, lo que favorece la resistencia antimicrobiana.
“Muchas personas creen que como ya se sienten bien, pueden suspender el tratamiento, pero eso favorece la resistencia antimicrobiana”, declaró Víctor Gómez Bocanegra.
Actualmente, la resistencia antimicrobiana es uno de los mayores retos en nefrología y urología. La aparición de E. coli multirresistente ha comenzado a limitar las opciones terapéuticas disponibles, lo que aumenta la necesidad de un uso responsable de los antibióticos.
Por esta razón, una infección común se puede transformar en un problema crónico o de difícil manejo, con riesgo incluso para órganos vitales, como los riñones.
Educación para prevenir y atender las IVU
Las infecciones urinarias, si bien son comunes y tratables, pueden ser peligrosas si se subestiman. Reconocer los síntomas, identificar los factores de riesgo y buscar atención médica a tiempo puede ser la diferencia para evitar complicaciones mayores.
La alfabetización en salud —con información clara y accesible— es clave para empoderar a la población en el cuidado de su bienestar.
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