Hoy, 4 de septiembre de 2025, quedará marcado en la historia del gaming. Hollow Knight: Silksong, la esperada secuela de Hollow Knight, finalmente salió a la luz, y lo hizo con un estruendo: plataformas como Steam, Nintendo eShop, Xbox y PlayStation se cayeron casi al instante ante el torrente de usuarios intentando descargarlo o comprarlo.
Lo que empezó como un DLC con Hornet —el personaje que fungiría como contenido añadido a Hollow Knight— terminó por convertirse en un título independiente de gran envergadura. Desde su anuncio en 2019, este proyecto alimentó la expectativa de millones: era más que una continuación; era la promesa de un nuevo universo lleno de retos, enemigos y secretos.
Con un precio accesible —apenas 20 dólares— y disponible desde el primer día en Game Pass, Silksong logró lo impensable: más de 100 mil jugadores simultáneos en Steam en menos de una hora, dejando al límite todas las tiendas digitales.
Hornet regresa y lo vuelve a hacer
Ahora tomando el control de Hornet, quien fue un personaje secundario en el título original, los jugadores asumen el papel de una cazadora ágil que deberá explorar Pharloom, un reino nuevo y peligroso, en busca de respuestas y su propio camino de regreso.
Más grande, más brutal, más emocionante
Silksong no se anda con medias tintas:
Ofrece más de 200 enemigos nuevos, más de 40 enfrentamientos con jefes y decenas de bancos de guardado escondidos por Pharloom.
Su desarrollo fue llevado con calma y pasión por un equipo pequeño, sin caer en el burnout típico de la industria, lo que refuerza la integridad creativa del juego.
Este lanzamiento no solo sacudió el ecosistema digital, también puso en pausa el calendario indie: varios desarrolladores decidieron retrasar el estreno de sus propios juegos para no quedar sepultados por Silksong, lo que habla del peso cultural que acapara el juego.
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foto ilustrativa
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