México es un país que habla en colores, canta en doble sentido y piensa en refranes. Los dichos mexicanos son mucho más que frases pintorescas: condensan siglos de experiencia, observación y picardía. Se transmiten de generación en generación, y aunque muchos los repetimos sin pensar, esconden historias fascinantes sobre cómo vemos el mundo, cómo nos reímos de la desgracia y cómo encontramos consejo en una oración corta.