Crónica del fin priista

Por claudia , 25 Septiembre 2025

Ante los estertores de un PRI que en 2027 podría perder el registro en varios estados de la República y caer al cuarto o quinto lugar electoral se difundió el lunes pasado el documental “PRI: Crónica del fin”, dirigida por la periodista Denise Maerker, que aborda el auge y la caída del Revolucionario Institucional, con testimonios de figuras de la política mexicana.

La serie recorre casi un siglo de historia política mexicana en cinco episodios: “La fisura 1975-1982”, “La fractura 1986-1988”, “La implosión 1988-1994”, “El colapso 1994-2000” y “El regreso y la parodia 2000-2024”.

Revisa periodísticamente momentos decisivos: desde los excesos y la corrupción en el sexenio de José López Portillo, la fractura interna por la crisis de 1988, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, la transición democrática, los gobiernos panistas, el retorno del PRI con Enrique Peña Nieto y la consolidación de Morena.

La serie se basa en más de tres años de trabajo, más de 3 mil 900 horas de archivo histórico revisado y 130 horas de entrevistas con protagonistas y analistas de distintos campos.

Dan su versión, expresidentes mexicanos como Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Enrique Peña Nieto; políticos como Cuauhtémoc Cárdenas, Elba Esther Gordillo, Beatriz Paredes, Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Francisco Labastida, Marcelo Ebrard, Aurelio Nuño; e intelectuales como Juan Villoro y periodistas especializados.

La serie ofrece una visión integral sobre el auge, las crisis y el derrumbe del PRI, el impacto de sus protagonistas en la transformación del sistema político mexicano, desde su nacimiento en 1929 hasta su futuro incierto tras el avance de Morena.

El último episodio de la época contemporánea y la caída definitiva del PRI, es uno de los atractivos. Recuerda el impacto que tuvo el triunfo de Vicente Fox en 2000.

Fox señala que, aunque el Partido Acción Nacional llegó a la presidencia, el PRI nunca se sintió desplazado en el poder y mantuvo una posición dominante en el Congreso y en las gubernaturas. Se documenta la llegada de Roberto Madrazo a la dirigencia priista, su alianza con Elba Esther Gordillo y la posterior ruptura con ella por el control del partido.

Se habla de la derrota ante Felipe Calderón “la desastrosa guerra contra el narco de Calderón hizo que incluso el antihéroe de la película, el PRI, regresara a gobernar con una nostalgia”, recuerda el escritor Juan Villoro.

Elba Esther Gordillo señala: “Peña fue víctima del propio Peña, no estaba preparado para ser presidente de México”. Se toca el matrimonio de Peña Nieto con la actriz Angélica Rivera, convirtiéndolo en el “presidente de telenovela”. Asimismo, se habla de reportes previos a la elección, como su incómoda visita a la Universidad Iberoamericana y la movilización #YoSoy132.

Tras su regreso a la presidencia en 2012, el documental muestra cómo el partido enfrentó crisis crecientes. Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación de Peña, recuerda la confianza inicial en que habría PRI para varios sexenios más al frente del poder federal.

Testimonios documentan cómo los escándalos de corrupción y la frivolidad, el distanciamiento con sectores sociales, fueron deteriorando la imagen del partido. Se recuerda el Pacto por México, las grandes reformas estructurales y la aparición de la portada de la revista Time bajo el título “salvando a México”, así como el anuncio de megaproyectos y la comparación del inicio del sexenio de Peña con figuras del pasado como Miguel Alemán.

Destaca la acumulación desmedida de poder en el círculo presidencial, el alejamiento de las causas sociales, episodios como el caso Ayotzinapa —con la construcción de la llamada “verdad histórica” y la crisis de confianza derivada de las declaraciones de Jesús Murillo Karam (“ya me cansé”)— y la falta de respuesta política a los reclamos estudiantiles.

Se toca la transferencia de poder a personajes como Luis Videgaray y Osorio Chong, así como la falta de rumbo tras la nominación de José Antonio Meade, un candidato externo sin identidad priista definida.

Aurelio Nuño reflexiona que lo que más faltó fue la construcción de un movimiento social que respaldara la transformación del partido. El fenómeno del “gasolinazo”, la debilidad de la campaña priista en 2018 y la creciente fuerza de López  forman parte del balance de errores y retrocesos.

Se documenta que, tras los comicios de 2018, la transición entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador se desarrolló con rapidez.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sostuvieron un encuentro y una conferencia de prensa a medios de comunicación para dar a conocer el inicio formal al proceso de transición entre el gobierno saliente y el entrante.

Se destaca que, apenas un par de días después de anunciarse el triunfo de López Obrador, ambos equipos comenzaron a coordinar la entrega del mando y el nuevo presidente empezó a asumir tareas clave de la administración.

Hay una frase clave de Peña Nieto: “Perdimos, caray, perdimos, pero al final de cuentas yo vi, sentí, que se había logrado el objetivo, se había despresurizado. Queríamos que ganara, y ganó quien queríamos que ganara, ganó quien la mayoría quería que ganara”, comentó sobre López Obrador.

Se habla del presunto pacto entre AMLO y Peña Nieto. Roberto Madrazo sostiene que existió un acuerdo de impunidad entre Peña y López Obrador: “Por supuesto que Peña hizo un acuerdo con Andrés Manuel; yo creo que un acuerdo de impunidad a cambio de un apoyo”.

El exmandatario priista asegura que no fue así y comenta en el documental: “¿Tú crees que hubiese sido necesario hacer un pacto? ¿Tú crees que caben los pactos? Es que a mí me da un poco de risa, porque me lo siguen preguntando”.

Para concluir se habla de la tramposa llegada de Alejandro Moreno “Alito” a la dirigencia nacional del PRI, la ruptura interna y la salida de figuras históricas como Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y José Narro Robles, y el repliegue del partido hacia estructuras regionales más fragmentadas.

Nuño augura que el PRI terminará como una fuerza sin liderazgo nacional, reducido a la expresión de cacicazgos locales. Diego Fernández de Cevallos, ironizan sobre la supuesta desaparición del priismo: “El PRI es inmortal, hoy está más fuerte que nunca, solo se quitó la chaquetita tricolor y se pusieron la moradita”, en alusión a Morena.

Marcelo Ebrard señala la pérdida de espacio ideológico para el priismo, mientras Juan Villoro sostiene que, más allá de sus estructuras formales, el PRI “murió como partido para sobrevivir como un espíritu político que está en todos los actos mexicanos”.

La serie está disponible en la plataforma Vix y duran alrededor de una hora cada programa de la serie.
Se trata del PRI, la crónica del fin.

De las anécdotas que se cuentan

Mientras tanto en Puebla, de lo que queda del tricolor, porque no hay un cacicazgo local que lo soporte, el dirigente estatal del PRI, el guerrerense Juan José Castro Justo, dijo que el proceso de renovación del Comité Estatal no provocará divisiones dentro de la militancia, pese a las especulaciones sobre la posible llegada de un perfil designado por el Comité Ejecutivo Nacional.

Castro Justo reconoció que, aunque se han registrado salidas de militantes, el PRI sigue trabajando en fortalecer su estructura. Subrayó que el objetivo principal es consolidar un partido “más fuerte y renovado” que recupere espacios en la política poblana.

Entre los perfiles que han mostrado interés en encabezar al PRI estatal destacan la secretaria general Delfina Pozos Vergara y el exdiputado Lorenzo Rivera, a quienes el dirigente calificó como figuras con experiencia. Son tan pobres, que el CEN del PRI abrirá la convocatoria para su proceso de renovación, ellos no pueden.

fcrisanto00@yahoo.com.mx
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