Caminar y acelerar el ritmo es bueno para la tercera edad

Por claudia , 9 Septiembre 2025

Cualquier cantidad de caminata es buena para la salud, pero aumentar el ritmo tiene beneficios significativos y nunca es demasiado tarde para que alguien se entrene para caminar más rápido.

En un análisis publicado en PLOS One, investigadores descubrieron que los adultos mayores frágiles que caminaban deliberadamente más rápido experimentaron una mejora significativa en la distancia que podían recorrer cuando se les indicó que caminaran durante seis minutos seguidos.

De acuerdo al diario estadounidense The Washington Post, la fragilidad es un síndrome relacionado con la edad que afecta entre el 5 % y el 17 % de los adultos mayores y se caracteriza por fatiga, pérdida de fuerza y pérdida de peso inexplicable.

Los resultados muestran que, independientemente de su edad, la intensidad de su entrenamiento puede conducir a mayores mejoras en la función física, dijo Daniel Rubin, autor principal del análisis y Profesor en la Universidad de Chicago.

Los investigadores querían comprender si caminar más rápido podía ayudar a los adultos mayores a prevenir los signos de fragilidad: sentirse fatigados, lentos y débiles. Y caminar es una actividad muy económica, fácil y accesible, señaló Rubin.

Cuando los adultos mayores en el estudio caminaron 14 pasos adicionales por minuto, en comparación con su ritmo casual, tuvieron más probabilidades de beneficiarse del ejercicio regular.

Para el análisis, los investigadores evaluaron el ritmo de caminata de 102 adultos mayores, con una edad media de 79 años, que vivían en comunidades de jubilados alrededor de Chicago.

La cadencia de la marcha, o los pasos por minuto, puede ser una forma sencilla de medir la intensidad del ejercicio, afirmó Rubin. Los voluntarios eran frágiles, más de la mitad usaban bastón o andador y no eran particularmente activos, explicó Rubin.

A cada comunidad de jubilados se le asignó aleatoriamente uno de dos grupos (caminata ocasional o de alta intensidad) y los participantes caminaron tres días a la semana durante cuatro meses.

Todos siguieron la misma rutina de entrenamiento progresivo: calentamiento, subir escaleras, caminar con pesas de dos kilos en los tobillos y caminar en diferentes direcciones. La única diferencia: el grupo informal caminaba a un ritmo cómodo, mientras que el otro grupo caminaba tan rápido como podía sin correr riesgos.

En promedio, el grupo de caminata de alta intensidad registró 100 pasos por minuto y el grupo de caminata informal dio 77 pasos por minuto.

Después de cuatro meses, los participantes del grupo de alta intensidad tenían más probabilidades de tener una mejora significativa en su función física, medida por la distancia recorrida en una prueba de caminata de seis minutos.

Para realizar el estudio, los asistentes de investigación caminaron individualmente con los participantes. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.

Roger Fielding , Científico del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y Envejecimiento del USDA en la Universidad de Tufts, afirmó que el estudio demuestra que la cadencia es una herramienta útil para que los adultos mayores midan y modifiquen su esfuerzo al caminar. Sin embargo, independientemente de si se camina rápido o lento, cualquier ejercicio es mejor que ninguno.

En cualquier ejercicio, ya sea caminar, nadar o correr, la frecuencia, la intensidad y la duración son importantes, afirmó Fielding.

No hay evidencia que indique que 10 mil pasos al día sea la cifra ideal. Hace poco, un meta análisis revisado por expertos de 57 estudios reveló que caminar entre 5 mil y 7 mil pasos al día se asocia con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa, demencia y enfermedades cardiovasculares.

Así las cosas, lo importante es caminar, siempre caminar, no importa la distancia.

leticia_montagner@hotmail.com 

 

 

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