Lo que debió quedar como una manifestación más, con demandas legítimas, el sábado pasado, tuvo momentos de violencia y de represión que le dieron vigencia a los organizadores que ya convocaron nuevamente para marchar en la Ciudad de México, el próximo jueves 20 de noviembre.
Aquí en Puebla, el sábado, manifestantes que participaron en la protesta de la Generación Z se enfrentaron en contra de elementos de la Policía Estatal en inmediaciones de Casa Aguayo y el Congreso del Estado. Con demandas como mayor seguridad, los jóvenes y simpatizantes de este movimiento partieron del Paseo Bravo al Zócalo de la ciudad como parte de la protesta convocada a nivel nacional. También hubo lesionados y confrontaciones en Guadalajara y Morelia.
Pero en la CDMX donde se llevó a cabo la mayor manifestación, al menos 120 personas heridas y 40 detenidos dejaron los violentos enfrentamientos del sábado a las puertas del Palacio Nacional entre policías e integrantes del llamado bloque negro al final de la marcha de la Generación Z.
La confrontación en el Zócalo capitalino dejó una escena de golpes, pedradas y vallas derribadas, con una actuación policial que funcionarios capitalinos calificaron como “ejemplar” y aseguraron que se trató únicamente de “contención”.
Solo después de la pregunta directa de reporteros, reconoció que 20 ciudadanos también resultaron lesionados, “con heridas menores”, a pesar de que en redes sociales abundaron videos y fotografías que mostraban a personas con heridas abiertas en la cabeza y en distintas partes del cuerpo.
Las detenciones comenzaron después de las 15:00 horas, cuando los elementos iniciaron una estrategia de avanzada para replegar la manifestación fuera del Zócalo capitalino. Con el uso de la fuerza, obligaron a los inconformes a retirarse hacia calles aledañas, donde comenzaron las agresiones contra ciudadanos y periodistas que cubrían los hechos, entre ellos una reportera de Proceso y un fotógrafo de La Jornada.
Hubo personas de la tercera edad gaseadas con sustancias irritantes por las autoridades; madres de familia aseguraron a medios haber sido víctimas de amenazas y golpes de uniformados, así como jóvenes que fueron interceptados y derribados por más de cinco elementos.
En un inicio, la marcha de la Generación Z avanzó desde el Ángel de la Independencia sin presencia de policías antimotines y acompañada únicamente por elementos de tránsito.
El despliegue táctico apareció hasta la llegada al Zócalo, donde los uniformados esperaban detrás de las bardas de metal instalados en torno a los edificios y monumentos.
El quiebre ocurrió después de que el contingente ingresó por la calle 5 de Mayo, cuando algunos integrantes del bloque negro, con apoyo de ciudadanos que portaban sombreros y no llevaban el rostro cubierto, derribaron algunos de los tapiales que protegían Palacio Nacional.
El secretario general del gobierno capitalino señaló que “algunos dirigentes de la derecha” encabezaron la movilización, donde consideró que “participaron pocos jóvenes”. Lamentó que la oposición recurriera a la violencia en lugar de expresar sus diferencias de manera pacífica.
Responsabilizó directamente a la oposición por los hechos ocurridos en el Zócalo, al sostener que fueron “dirigentes de la derecha” quienes promovieron el carácter violento y la provocación registrada durante la manifestación.
Aquí en Puebla, en su inicio, la manifestación en la que jóvenes piden mayor seguridad y más oportunidades laborales se desarrolló de manera normal; sin embargo, al llegar al Boulevard Héroes del 5 de Mayo y la 14 Oriente comenzaron los altercados.
Los manifestantes exigieron a los elementos de la Policía Estatal que retiraran las vallas de seguridad instaladas en inmediaciones de Casa Aguayo, por lo que comenzaron a jalonear las estructuras metálicas.
Algunos manifestantes increparon a los uniformados, a quienes agredieron físicamente sin importarles la presencia de niños o personas de la tercera edad que acompañaban la marcha. Incluso, algunas patrullas registraron daños luego de que los manifestantes arrojaron piedras a los parabrisas de los vehículos oficiales, que también fueron golpeados durante la confrontación.
Posteriormente, la manifestación continuó su camino hasta el Congreso del Estado, en donde elementos de la Policía Estatal intentaron detener a uno de los manifestantes, señalado por herir con una piedra a un adulto de la tercera edad. Se opusieron a la detención, agrediendo de nueva cuenta a los uniformados y provocando un nuevo enfrentamiento con la autoridad estatal.
Luego de los disturbios, enfrentamientos y la represión con gas lacrimógeno que se registraron el sábado 15 de noviembre durante la Marcha de la Generación Z en la Ciudad de México, el comité organizador anunció una segunda movilización.
Si en el gobierno esperaban que con lo del sábado murieran las demandas de la llamada Generación Z, esta retomó un segundo aire y seguirán con sus demandas, principalmente en redes sociales, lo que se les da bien porque lo saben hacer.
La demanda de Justicia y mayor Seguridad no termina.
De las anécdotas que se cuentan
De acuerdo con la nueva convocatoria, la segunda marcha será el jueves 20 de noviembre en la Ciudad de México con la ruta que del Ángel de la Independencia al zócalo. La movilización iniciará a las 11:00 horas, una vez que concluya el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana.
De acuerdo con los organizadores, esta movilización tiene la finalidad de protestar contra el actual gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum debido a los hechos de violencia e inseguridad que han crecido en todo el país, así como por la corrupción que prevalece entre algunos miembros de la 4T y la concentración de poder por parte de los gobiernos de Morena.
Aunque la marcha fue convocada por la llamada generación Z -personas que tienen entre 13 y 28 años de edad-, la mayor parte de los participantes fueron adultos y adultos mayores que expresaron consignas como: ¡Fuera Morena! ¡Fuera el narco gobierno! ¡Renuncia presidenta! y contra el reciente homicidio de Carlos Manzo, ex presidente municipal de Uruapan Michoacán.
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clh