El silencio que enferma

Por claudia , 9 Octubre 2025

Cada 10 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que este año nos obliga a una reflexión particularmente dolorosa y urgente. Lo ocurrido el pasado 22 de septiembre en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) —donde un joven de 19 años inspirado “en lo que ha pasado en Estados Unidos”,[1] asesinó a Jesús Israel Hernández Chávez de 16, atacó a su pareja y lesionó a un trabajador— nos confronta con esta realidad. Primero que nada, extiendo mis más sinceras condolencias a las víctimas y sus familias. Este hecho es un llamado a toda la sociedad mexicana para proteger, promover y garantizar la salud mental de nuestros y nuestras adolescentes y jóvenes, un desafío local que nos conecta con una conversación global indispensable.

Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en el mundo (aproximadamente un 14 por ciento de la población) padecen algún trastorno mental o del comportamiento, siendo los más comunes la ansiedad y la depresión. Alrededor del 7 por ciento de personas entre 5 y 9 años, y un 14 por ciento de las personas de 10 a 19 años, padecen un desorden mental. En general, un tercio de las alteraciones presentes en la edad adulta se desarrollan antes de los 14 años y la mitad aparece antes de los 18.[2]

Desafortunadamente, algunos ataques escolares acontecidos en México han sido inspirados por eventos similares en Estados Unidos y alentados por grupos en internet a cometerlos. Por ejemplo, el perpetrador de 16 años del tiroteo en el Colegio Americano de Monterrey en 2017 estaba influenciado por comunidades digitales que llamaban a realizar actos de violencia extrema.[3] El atacante del Colegio Cervantes de Torreón en 2020 replicó a uno de los autores de la masacre de Columbine.[4] En 2024, en el ataque en el Plantel Olímpica de la Universidad Tecnológica de Guadalajara, el asesino, quien terminó cometiendo suicidio en la cárcel, se inspiró en comunidades en línea dedicadas a la exaltación de la violencia extrema.[5]

El caso más reciente, ocurrido en el CCH, nos muestra a un victimario sumido en la depresión por el supuesto rechazo de las mujeres, a quien normalmente “se le veía solo, retraído y en su mundo”.[6] Por ello, decidió unirse a una comunidad o subcultura muy particular que comenzó a desarrollarse en Estados Unidos hace aproximadamente una década, pero que continúa su impulso y penetración en México y otros países: los incels.

El término incel proviene del inglés involuntary celibate, es decir, “célibe involuntario”. Se trata de una subcultura digital conformada por hombres que piensan que las mujeres los rechazan por elegir a otros con más estatus, dinero o atractivo. Esta negativa se traduce en soledad, falta de referentes, sensación de no pertenecer, frustración, resentimiento, discursos misóginos y, en última instancia, violencia y delitos, normalmente motivados por el género.[7]

No todos los incels padecen trastornos mentales, pero sí se ha observado una estrecha relación. Algunos estudios muestran que la mayoría reportó condiciones de salud mental (depresión, ansiedad y espectro autista), con una prevalencia mayor en comparación con la población general, así como traumas psicológicos derivados del bullying y del acoso. Lo más interesante es que encontraron una relación débil entre la ideología incel y el uso de la violencia, ya que la mayoría de los participantes lo rechazaban.[8]

Estos hallazgos me llevan a preguntar: ¿cómo podemos prevenir eventos trágicos como los descritos? Los ataques perpetrados por los llamados incels han llevado a los servicios de seguridad de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido a clasificarlos como una amenaza extremista violenta.[9] Sin embargo, considero que criminalizar a ese grado no es la mejor respuesta.

En vez de ello, esbozo algunas posibles soluciones: promover la educación emocional de las y los jóvenes y enseñar nuevas formas de entender las masculinidades. Específicamente, la organización Amnistía Internacional propone regular los discursos de odio en línea y desmontar las raíces culturales que legitiman la violencia de género mediante la educación en derechos humanos y la educación sexual integral.[10] De manera más general, la OMS insta a los gobiernos a financiar equitativamente los servicios de salud mental, promover una inversión sostenida en el personal requerido, y ampliar la atención comunitaria centrada en las personas.[11] De hecho, la mayoría de los países ha comenzado a aplicar iniciativas preventivas, tales como programas de desarrollo en la primera infancia, formación de salud mental en las escuelas y prevención del suicidio.[12]

Sin embargo, a nivel mundial, el gasto gubernamental en esta materia sigue estancado en una mediana de solo el 2.1% del presupuesto total de salud. Esta cifra esconde una desigualdad alarmante: los países de altos ingresos invierten en promedio 65.89 dólares per cápita, mientras que los de bajos ingresos invierten menos de un dólar.[13]

Además, la transición hacia un modelo de atención comunitaria, fundamental para la atención centrada en las personas, avanza con lentitud: más de la mitad de los países (53%) se encuentran todavía en una etapa inicial, con la mayoría de los recursos concentrados en hospitales psiquiátricos. El personal especializado también es escaso, especialmente para la población juvenil, con una mediana global de 1.5 trabajadores de salud mental por cada 100,000 niños y adolescentes.[14]

Professional psychologist conducting a consultation

Observamos un avance en la creación de marcos normativos, pues el 81 por ciento de los países ya cuenta con una política o plan de salud mental. Sin embargo, existe una brecha crítica en la atención a las y los jóvenes: solo el 56% de estos planes incluye de manera específica a las infancias y adolescentes. Más preocupante aún es la lejanía entre el papel y la realidad: únicamente la mitad de los Estados que tienen políticas en este campo reportan contar con los recursos necesarios para implementarlas de manera efectiva. Por esto creo que tener leyes no es suficiente si no se acompañan de una inversión y una voluntad política reales, un desafío que nuestro país comparte.

Por esta razón, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha impulsado la salud mental de nuestras y nuestros jóvenes. Desde febrero de este año señaló que el Gobierno está desarrollando un programa para que profesionales de la salud mental visiten todas las escuelas del país.[15] Asimismo, hace pocos días anunció una iniciativa integral de apoyo, prevención de la violencia y creación de espacios seguros. La propuesta del programa nacional busca ofrecer a los y las jóvenes, espacios de confianza, atención psicológica y acompañamiento institucional.[16]

Nuestro país cuenta con reglas, instituciones, recursos y capacidades necesarias para hacer frente a los problemas de salud mental. Por ejemplo, existe la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-2014, Para la prestación de servicios de salud en unidades de atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica y en 2022 se reformó la Ley General de Salud para detallar las disposiciones referidas a la salud mental. En cuanto a las políticas públicas, el Programa Presupuestario E-025 “Prevención y atención contra las adicciones” busca prevenir, detectar y atender el consumo de sustancias y diversas condiciones de salud mental. El programa está a cargo de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA). Además, esta cuenta con una red de servicios de atención gratuitos, como los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, unidades integrales de atención, varios hospitales psiquiátricos para personas adultas y uno infantil, así como establecimientos residenciales.[17]

Estos esfuerzos han tenido un impacto medible, especialmente al analizar la carga de los trastornos mentales en la población joven. Para medir este efecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) utiliza el indicador de Años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD o DALYs, por sus siglas en inglés), que suma el tiempo perdido por muerte prematura y el que se vive con una salud disminuida. Según estos datos, enfocados en el grupo de 10 a 24 años, en 2019 México registraba 1784 AVAD por cada 100,000 habitantes, una cifra notablemente inferior al promedio de América Latina y el Caribe (1,992) y del continente en su totalidad (2205) para el mismo rango de edad.[18]

Fuente: Elaboración propia con datos de PAHO[19]

La pandemia de COVID-19 representó un desafío global que disparó estos indicadores en todo el mundo. En 2020, la carga para los jóvenes en México aumentó a 2202 AVAD, un incremento significativo, pero aún por debajo de países como Brasil (2625) o Estados Unidos (3263). Lo más destacable es la resiliencia del sistema mexicano. Para 2021 —último dato disponible—, mientras la carga de enfermedad mental en este grupo etario seguía aumentando o se estancaba en otros países, en México se observó un descenso a 2142 AVAD. Esta tendencia sugiere que, aunque el impacto de la pandemia fue severo, las estrategias de salud mental en el país pudieron contribuir a una recuperación más rápida entre su juventud que en el resto de la región, un logro que debemos reconocer y fortalecer.

Consciente de que los trastornos conductuales que surgen durante la infancia pueden tener consecuencias en la vida de la persona adulta, en enero de 2021 propuse una reforma a la Ley General de Salud para garantizar la atención temprana de la salud mental, en particular de niños, niñas y adolescentes.[20]Recientemente, expresé mi preocupación porque algunas plataformas digitales y redes sociales se están transformando en un factor de riesgo para la salud mental de las y los adolescentes, porque aún se encuentran en una etapa de formación identitaria, emocional y psicológica. También destaqué la urgencia de abrir espacios de diálogo entre especialistas, personas educadoras, familias y autoridades para, por ejemplo, detectar señales de alerta entre el estudiantado.[21]

Como diputado y profesor universitario, y después de los hechos ocurridos en el CCH Sur, afirmé que la atención a la salud mental de las y los jóvenes es un compromiso de la Cámara de Diputados. Hemos dialogado con las autoridades universitarias para acompañar medidas de seguridad, promover la convivencia pacífica en las escuelas y fortalecer, desde el ámbito legislativo, políticas que garanticen el bienestar integral de las comunidades estudiantiles.[22]

A pesar de los avances, aún hay algunos pendientes que atender en México. En particular, debemos mejorar en los diagnósticos tempranos; entender a cabalidad los efectos nocivos de las redes sociales y los videojuegos sobre la salud mental de niños, niñas, adolescentes y jóvenes; erradicar la estigmatización de las personas con alguna enfermedad mental; y educar sobre nuevas masculinidades e inteligencia emocional.[23]

Muchos y muchas jóvenes en México –y en el mundo– están gritando en silencio. Y esos gritos que no alcanzamos a oír los están enfermando. Esto puede estar sucediendo en nuestros hogares, entre nuestros familiares más jóvenes y vulnerables.

Por eso, en este Día Mundial de la Salud Mental, la historia del joven del CCH Sur resuena con una fuerza particular. No es un caso aislado; es el eco de una crisis global que los datos confirman y las tragedias como esta lo visibilizan. Nuestro país ha demostrado resiliencia frente a esta tendencia, pero eso no es motivo de complacencia, sino de una mayor responsabilidad. Que esta fecha sea, entonces, un llamado a la acción doble: para que como sociedad fortalezcamos nuestras políticas públicas, y para que en cada hogar nos atrevamos a romper el silencio, a escuchar a nuestros jóvenes y entenderlos. Por su salud y por una sociedad en paz: ¡ni una persona joven menos!

 

Fuentes:

[1] Omar Hernández Jiménez, “‘Me inspiré en EE. UU.’: atacante del CCH Sur confiesa que buscaba matar a 6”, UnoTV, 24 de septiembre de 2025, https://www.unotv.com/estados/ciudad-de-mexico/me-inspire-en-ee-uu-atacante-del-cch-sur-confiesa-que-buscaba-matar-a-6.

[2] Organización Mundial de la Salud, World Mental Health Today (2025), VII y 14, https://iris.who.int/server/api/core/bitstreams/31714489-1345-4439-8b37-6cbdc52e15ca/content.

[3] Luz María Velázquez Reyes, Gabriel Renato Reyes Jaimes y Laura Espinoza Ávila, “De la ciberviolencia a la violencia física: el día que Holk irrumpió en la prepa”, Revista Educación 45, no. 1 (2021): 1-27, doi: 10.15517/revedu.v45i1.40529.

[4] “Tiroteo en Torreón, México: un estudiante dispara en su escuela y deja al menos una maestra muerta y 6 heridos”, BBC News Mundo, 10 enero 2020, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51069270.

[5] Anayeli Tapia Sandoval, “Feminicida de la UTEG: Gabriel Alejandro “N” se suicida en penal de Puente Grande”, Infobae, 5 de agosto de 2024, https://www.infobae.com/mexico/2024/08/06/feminicida-de-la-uteg-gabriel-alejandro-n-se-suicida-en-penal-de-puente-grande.

[6]  Iván Ortiz, “’Era como el misterio para todos ver a Lex Ashton sin cubrebocas’”, La Razón, 26 de septiembre de 2025, https://www.razon.com.mx/ciudad/2025/09/26/era-como-el-misterio-para-todos-ver-a-lex-ashton-sin-cubrebocas.

[7] Mireya Cidón, “El movimiento incel: la peligrosa radicalización digital que fomenta el odio hacia las mujeres”, Amnistía Internacional España, 9 de abril de 2025, https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/el-movimiento-incel-la-peligrosa-radicalizacion-digital-que-fomenta-el-odio-hacia-las-mujeres.

[8] Sophia Moskalenko, Juncal Fernández-Garayzábal González, Naama Kates y Jesse Morton, “Incel Ideology, Radicalization and Mental Health: A Survey Study”, The Journal of Intelligence, Conflict, and Warfare 4, no. 3 (2022): 1-29, doi: 10.21810/jicw.v4i3.3817; Brandon Sparks, Alexandra M. Zidenberg y Mark E. Olver, “Involuntary Celibacy: A Review of Incel Ideology and Experiences with Dating, Rejection, and Associated Mental Health and Emotional Sequelae”, Current Psychiatry Reports 24, no. 12 (2022): 731–40, doi: 10.1007/s11920-022-01382-9.

[9] Moskalenko et al., “Incel Ideology”, 3.

[10] Cidón, “El movimiento incel”.

[11] Organización Mundial de la Salud, “Más de mil millones de personas viven con trastornos de ‎salud mental: urge ampliar los servicios”, Comunicado de prensa, 2 de septiembre de 2025,  https://www.who.int/es/news/item/02-09-2025-over-a-billion-people-living-with-mental-health-conditions-services-require-urgent-scale-up.

[12]  Organización Mundial de la Salud, Mental Health Atlas 2024, (Génova: 2025), 4, https://iris.who.int/server/api/core/bitstreams/5897b3c7-2848-47a7-ba22-0a7902342a81/content.

[13] Ibidem.

[14] Ibidem.

[15] Presidencia de la República, “Presidenta Claudia Sheinbaum da banderazo a la estrategia nacional Vive saludable, vive feliz”, 25 de febrero de 2025, https://www.gob.mx/presidencia/prensa/presidenta-claudia-sheinbaum-da-banderazo-a-la-estrategia-nacional-vive-saludable-vive-feliz.

[16] Presidencia de la República, “Versión estenográfica. Conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del 30 de septiembre de 2025”, https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-de-la-presidenta-claudia-sheinbaum-pardo-del-30-de-septiembre-de-2025.

[17] Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, “Servicios de atención”, 22 de septiembre de 2025, https://www.gob.mx/conasama/es/articulos/servicios-de-atencion.

[18] Pan American Health Organization, “The Burden of Mental Disorders” Serie de datos DALY, grupo de edad 10-24 años, ambos sexos, diferentes locaciones. Sin fecha, Consultado el 7/10/2025 en https://www.paho.org/en/enlace/burden-mental-disorders

[19] Ibidem.

[20] Ricardo Monreal, “Iniciativa que Reforma el artículo 73 de la Ley General de Salud”, Gaceta Parlamentaria, 7 de enero de 2021,  http://sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documentos/2021/01/asun_4128922_20210107_1610031374.pdf.

[21] Ricardo Monreal, “Redes sociales y salud mental: un reto para jóvenes”, El Sol de México, 21 de agosto de 2025, https://oem.com.mx/elsoldemexico/analisis/redes-sociales-y-salud-mental-un-reto-para-jovenes-25308241.

[22] Diputados Morena, “Monreal respalda a la UNAM y llama a un retorno presencial seguro y sin violencia”, 30 de septiembre de 2025, https://diputadosmorena.org.mx/ricardo-monreal-respalda-plan-del-rector-de-la-unam-para-un-retorno-presencial-seguro.

[23] Ana Báez, “Caso Lex Ashton ‘abre puertas’ a cultura incel en México y es síntoma de los antiderechos”, SWI swissinfo.ch, 27 de septiembre de 2025, https://www.swissinfo.ch/spa/caso-lex-ashton-abre-puertas-a-cultura-incel-en-m%C3%A9xico-y-es-s%C3%ADntoma-de-los-antiderechos/90078269.

 

 

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