La película “Monstruo de Xibalba”, que llegará a las salas de cine de México el próximo jueves 4 de diciembre, encontró a su protagonista de manera inesperada. Rogelio Ojeda, un niño de apenas ocho años, se convirtió en el rostro de la historia tras presentarse en el último día de audiciones, sorprendiendo a la directora Manuela Irene por su talento natural y su madurez frente a la cámara.
Una audición que cambió todo
La directora recordó que, tras un largo proceso de casting en la Ciudad de México, llegó un correo que decía: “todavía se puede o ya no”. Ese mensaje permitió que Rogelio se presentara y, desde el primer momento, dejó claro que tenía la comicidad espontánea y la pasión necesarias para llevar sobre sus hombros el protagónico.
“Tenía una manera única de expresar emociones, incluso en escenas donde debía estar enojado, y su naturalidad fue un hallazgo increíble”, comentó Irene. La coincidencia de que el personaje compartiera su nombre también llamó la atención de la directora, reforzando la conexión entre actor y papel.
Primeros pasos en la pantalla grande
Para Rogelio Ojeda, la película significó su debut en cine, un proceso lleno de emociones y nervios:
“Nunca me imaginé llegar a un punto como este. Nunca creí poder aparecer en una pantalla grande; fue emoción y nervios”, dijo el pequeño actor.
Su entusiasmo y talento demostraron que, incluso a su corta edad, podía interpretar escenas complejas y transmitir sentimientos profundos, convirtiéndose en el corazón de la historia.
Una mancuerna que promete futuro
La química entre Manuela Irene y Rogelio Ojeda fue clave para el éxito del proyecto. La directora aseguró que la experiencia fue muy gratificante y que este encuentro con Rogelio podría repetirse en futuros proyectos.
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foto ilustrativa
xmh