El gobierno de Venezuela intensifica sus esfuerzos para reforzar sus capacidades defensivas en un contexto de creciente presión militar por parte de Estados Unidos en el Caribe. El presidente Nicolás Maduro ha buscado respaldo directo de aliados estratégicos como Rusia, China e Irán, según revelan documentos del gobierno estadounidense obtenidos por The Washington Post.
Entre los pedidos más urgentes, Maduro envió una carta al presidente ruso, Vladimir Putin, solicitando apoyo técnico y financiero para reparar los cazas Sukhoi Su-30MK2, adquirir misiles y restaurar sistemas de radar críticos. La carta fue entregada en Moscú por el ministro de Transportes venezolano, Ramón Celestino Velásquez, e incluye un plan de financiamiento a tres años con Rostec, el conglomerado ruso encargado de la industria armamentista.
En la misiva, Maduro calificó a los Sukhoi como “el elemento disuasorio más importante del país ante una eventual guerra”, subrayando la necesidad de mantener operativa su fuerza aérea.
De forma simultánea, el mandatario venezolano solicitó ayuda a China y Irán. A Xi Jinping le pidió acelerar la entrega de sistemas de radar fabricados por empresas chinas, mientras que a Teherán solicitó equipos de detección pasiva, inhibidores de GPS y drones con un alcance de hasta mil kilómetros.
Estas acciones reflejan el interés de Caracas por fortalecer sus defensas aéreas y mantener preparado su territorio ante la posible presencia militar de Estados Unidos en la región, una situación que mantiene alerta a las fuerzas aliadas de Venezuela.
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