Nueva York. — Un exagente de alto rango de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) fue procesado junto con un asociado por presuntamente haber intentado lavar dinero y adquirir armas de uso militar para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) , según una acusación presentada este viernes ante un tribunal federal en Manhattan.
El exagente fue identificado como Paul Campo , de 61 años, originario de Oakton, Virginia, quien se retiró de la DEA en 2016 tras 25 años de servicio. Junto a él fue detenido Robert Sensi , de 75 años, residente de Boca Ratón, Florida. Ambos fueron señalados de conspirar para lavar millones de dólares y obtener armamento para el grupo criminal mexicano, aunque su presunta red fue descubierta durante una operación encubierta dirigida por autoridades federales.
De acuerdo con el acta de acusación, Campo y Sensi acordaron lavar 12 millones de dólares en ganancias del narcotráfico y se convirtieron cerca de 750 mil dólares en criptomonedas, creyendo que el dinero perteneciente al CJNG. También habrían participado en una transacción relacionada con 220 kilogramos de cocaína , valorada en alrededor de 5 millones de dólares , con la expectativa de obtener parte de las ganancias.
Los fiscales señalaron que los acusados discutieron la posibilidad de comprar drones, rifles AR-15, carabinas M4, lanzagranadas y explosivos con la intención de enviarlos al cártel. Además, Campo habría presumido de su experiencia como exagerante federal y ofrecido sus servicios como “estratega” para la organización criminal.
Durante su comparecencia ante el tribunal de Manhattan, los abogados de ambos acusados se declararon no culpables . El juez auxiliar Robert W. Lehrburger calificó los cargos como “sumamente alarmantes” y ordenó su detención sin derecho a fianza .
El fiscal federal Jay Clayton afirmó en un comunicado que Campo “traicionó su carrera y la confianza pública” al colaborar con uno de los cárteles más violentos del mundo. El fiscal adjunto Varun Gumaste detalló que las pruebas incluyen grabaciones, correos electrónicos, geolocalización de teléfonos e imágenes de vigilancia que respaldan las acusaciones.
Por su parte, el abogado de Campo, Mark Gombiner , calificó el expediente como “sensacionalista e incoherente” y aseguró que su cliente no representa riesgo de fuga ni antecedentes penales. La defensa de Sensi, Amanda Kramer , pidió medidas especiales al señalar que su representa enfermedad demencia temprana, diabetes tipo II y lesiones recientes que afectan su movilidad.
Ambos se enfrentan a cuatro cargos federales relacionados con asociación delictuosa, narcoterrorismo, tráfico de drogas y lavado de dinero . Según la fiscalía, Sensi también habría intentado adquirir helicópteros de grado militar destinados a un país del Medio Oriente.
El administrador de la DEA, Terrance Cole , condenó públicamente las acciones del exagente y señaló que “aunque Campo ya no pertenece a la institución, su conducta daña la reputación de los agentes que trabajan con integridad y pone en entredicho la confianza pública”.
El caso se suma a una serie de escándalos recientes que han afectado a la agencia antidrogas, cuyos registros muestran que al menos 16 agentes han sido acusados en la última década por delitos que incluyen tráfico de drogas, venta ilegal de armas, filtración de inteligencia y pornografía infantil .
Tras varios de esos incidentes, la DEA implementó nuevos controles internos en 2021 para supervisar el uso de fondos en operaciones encubiertas y endureció las sanciones contra la mala conducta, advirtiendo que cualquier infracción grave podría implicar destitución inmediata .
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Djs
