Un ataque armado dejó al menos 16 muertos y 29 heridos este domingo durante la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Sídney. Autoridades locales describieron los hechos como un acto de terrorismo motivado por antisemitismo.
El tiroteo se produjo en el evento “Chanukah by the Sea”, al que asistían cerca de mil personas, cuando dos hombres abrieron fuego contra los asistentes. Según la policía de Nueva Gales del Sur, uno de los agresores murió en el lugar, mientras que el segundo permanecía en estado crítico tras ser trasladado a un hospital. Además, en un vehículo vinculado a los atacantes se hallaron artefactos explosivos improvisados.
Testigos relatan escenas de pánico y confusión. Camilo Díaz, un estudiante chileno de 25 años presente en el evento, describió los disparos como “continúos y estremecedores, como si fueran diez minutos de ‘bang, bang, bang’”. Otro asistente, Harry Wilson, relató haber visto “al menos diez personas en el suelo y sangre por todas partes”. Tras el ataque, la playa quedó cubierta de objetos abandonados por quienes huían y permaneció completamente desierta.
Entre los muertos se encuentra el rabino Eli Schlanger, de 41 años, originario de Londres y padre de cinco hijos, quien se desempeñaba como rabino asistente del centro cultural judío Chabad de Bondi. La cancillería francesa confirmó también la muerte de un ciudadano francés durante el ataque.
Un hombre que enfrentó a uno de los atacantes ha sido destacado por los medios locales por su intervención. Ahmed al Ahmed, vendedor de frutas de 43 años, forcejeó con uno de los agresores, logrando desarmarlo, aunque resultó herido por dos disparos y fue hospitalizado. Su acción habría salvado numerosas vidas.
El tiroteo ha generado reacciones internacionales. El presidente estadounidense calificó los hechos como un ataque antisemita, mientras que líderes de Israel, España y Argentina hicieron llamados a combatir el antisemitismo y el terrorismo. El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino rechazó la violencia y expresó solidaridad con Australia.
El episodio se enmarca en un contexto de crecientes ataques antisemitas en Australia. En los últimos meses, la comunidad judía australiana ha sido blanco de incidentes violentos, incluidos ataques incendiarios a locales y sinagogas, lo que ha generado críticas hacia las autoridades por la supuesta falta de protección adecuada.
Bondi Beach, conocida por su afluencia turística y eventos culturales, se convierte así en el escenario de uno de los ataques más mortales de la última década en Australia, dejando a la comunidad local y a la comunidad judía mundial consternadas. Las investigaciones continúan para esclarecer los motivos exactos de los agresores y prevenir futuros incidentes.
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