La tecnología china vuelve a romper esquemas con la presentación del robot humanoide IRON, desarrollado por XPeng Robotics, subsidiaria de la automotriz XPeng. Su aspecto hiperrealista, la fluidez de sus movimientos y una batería de estado sólido lo colocan entre los desarrollos más avanzados del mundo. El prototipo fue tan convincente que miles de usuarios en redes dudaron si realmente era un androide o un actor disfrazado.
El IRON destaca por su diseño “esqueleto-músculo-piel”, que imita la anatomía humana. Está equipado con músculos biomiméticos que le permiten moverse de forma natural, una columna vertebral flexible y una “pantalla curva 3D” integrada en la cabeza que actúa como interfaz interactiva.
Cada una de sus manos cuenta con 22 grados de libertad, lo que le otorga una destreza manual inédita en robots de su tipo. Además, su batería de estado sólido promete mayor autonomía y seguridad, lo que lo hace ideal para tareas que requieran precisión y continuidad.
XPeng anunció que la producción en masa del robot IRON iniciará en 2026, marcando su transición del laboratorio a entornos reales. La compañía adelantó que su humanoide podrá adaptarse a distintos sectores, desde la atención al cliente hasta tareas industriales o de servicio.
“Queremos que los robots dejen de ser prototipos y se conviertan en parte de la vida cotidiana”, señaló XPeng Robotics durante la presentación, en la que destacó que IRON combina inteligencia artificial, ingeniería mecánica y materiales de nueva generación.
Con IRON, XPeng se suma a la competencia internacional encabezada por proyectos como Optimus de Tesla o Atlas de Boston Dynamics, posicionando a China como potencia en el desarrollo de robótica humanoide avanzada.
Expertos señalan que la evolución de estos sistemas marcará el futuro de la automatización inteligente, en especial en sectores donde la interacción humana sigue siendo crucial.
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