Washington. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus intentos de influir en la Reserva Federal (Fed) mediante el nombramiento de aliados en la Junta de Gobernadores, con el objetivo de alinear la política monetaria con su administración. Sin embargo, la institución mantiene su independencia y no ha dado señales de un recorte de tasas, pese a la insistencia del mandatario.
La renuncia de la gobernadora Adriana Kugler abrió la puerta a la nominación del economista Stephen Miran, quien cubriría el puesto de forma temporal hasta enero de 2026 si recibe el aval del Senado. Su designación ha generado inquietud en el Congreso por un posible conflicto de intereses, dado que también asesora a la Casa Blanca, algo que él ha negado.
De confirmarse, Miran se uniría a Christopher Waller y Michelle Bowman, considerados cercanos a Trump y quienes ya han votado en contra de mantener las tasas en el rango de 4,25 a 4,5 %, rompiendo con la tradición de consenso en la Fed encabezada por Jerome Powell. La ofensiva de Trump también incluye la destitución de la gobernadora Lisa Cook, acusada de fraude hipotecario, decisión que la funcionaria ha impugnado en tribunales con el respaldo de más de 600 economistas, incluidos varios Nobel.
La posibilidad de que Trump logre mayoría en la Junta preocupa a la comunidad internacional. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, advirtió que un control político de la Fed representaría “un peligro muy serio” para la economía global, aunque recordó que la ley solo permite destituir a un gobernador por faltas graves. Powell, por su parte, ha defendido la autonomía del banco central y mantiene cautela frente a un posible recorte de tasas, decisión que dependerá de indicadores como el empleo, la inflación y el consumo, en su próxima reunión del 16 y 17 de septiembre.
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Foto: Redes sociales
Djs