Crecen en China los espacios urbano-industriales

Por marcoa , 15 Octubre 2025
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Desde 1978 se consideró su desarrollo como parte de una política de expansión económica
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México.- En la actualidad, hablar de desarrollo sostenible no es una opción, sino una obligación; empero, el modelo de urbanización chino no es sustentable. La promesa de ese gobierno es que se van a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (Agenda 2030). “Se aproximarán, pero no lo lograrán al 100 por ciento. Tan sólo sustituir la energía de origen fósil es una tarea titánica”, señaló Sergio Efrén Martínez Rivera, profesor de la Facultad de Economía (FE).

Al hablar de “El espacio urbano y su papel en el proceso de desarrollo económico de China”, tema del capítulo 2 del libro China: condiciones estructurales de su desarrollo económico y participación internacional (2024), que él mismo coordinó, dijo que aquel país ha hecho un uso intensivo de su territorio y sus recursos naturales.

El también integrante del Centro de Estudios China-México (CECHIMEX) de la FE, añadió que en el gigante asiático se ha observado la creación de espacios urbano-industriales para dar cabida al proceso de modernización que vemos materializado.

Hoy, aclaró, esa nación tiene una población predominantemente urbana, pero eso ocurrió tan sólo a partir del año 2015. “Aún cuando ésta era mayoritariamente rural, ya presentaba tasas de crecimiento a dos dígitos, y eso se explica por varios aspectos”.

En el ciclo de conferencias China-México, el experto detalló que uno de ellos es que parte de los procesos de modernización del sector agrícola significaba llevar actividades de bajo valor agregado y poco intensivas hacia áreas rurales; por eso fue posible encontrar ahí actividades manufactureras.

El académico de la División de Estudios de Posgrado de la FE expuso que el primer momento que detonó una tasa de urbanización creciente en China fue a partir de 1978, cuando se decidió abrir la economía y la llegada de la inversión extranjera; se consideró entonces el desarrollo urbano como parte de una política de expansión económica.

Luego, el gobierno se dio a la tarea de impulsar la formación de nuevas ciudades y movilizar a la población para crear polos de desarrollo. La creación de empleo también ayudó al crecimiento.

Un aspecto que distingue a esa nación de otros países es que tiene un control y una definición precisa de las zonas que pretende impulsar, mencionó Martínez Rivera. “Algo que ayuda a explicar el éxito de China es la creación de modelos de especialización territorial”.

El caso de China es paradigmático en muchos sentidos, y le confiere el mote de “la fábrica del mundo”. En 2018 existían 50 de las denominadas zonas económicas especiales (ZEE) en el ámbito nacional, y mil 990 en provincia, principalmente en zonas costeras.

Dichas zonas son de desarrollo económico y tecnológico, avance industrial, alta tecnología, procesamiento de exportaciones y aduaneras. Y no se ubican en cualquier territorio sino en los que dan ventajas comparativas, con conexión hacia el resto del mundo y con una dotación de recursos naturales fundamental. “Su importancia radica en el impulso de la modernización urbana e industrial; atraen inversión extranjera y fomentan la innovación, son polos de producción a gran escala y competitividad global”, mencionó el universitario.

Aunque China es líder en la producción de energía solar, dentro de su matriz energética lo que domina es el uso del carbón. Desde la perspectiva de la economía ecológica y áreas afines, hay interrogantes de cómo va a responder a ese y otros retos, y si va a tener tiempo.

Con la expansión urbana, donde se cancelan áreas agrícolas y forestales, esa nación ya llega a tocar límites que, según la opinión de algunos, la van a colocar en una crisis ecológica, si no es que ya la tienen a escala regional en ciertos aspectos.

Sergio Martínez agregó que además cabe preguntarse si en algunas áreas aún es pertinente hablar de competencia. Un ejemplo es la industria del calzado: en las ZEE, por la extensión territorial y las provincias que participan, “nos cierran el juego. La especialización de un producto desplaza al resto de la producción mundial”.

En 2022, en China se fabricaron 13 mil millones de pares. Tan sólo Wenzhou (ciudad de Zhejiang), tiene alrededor de cuatro mil empresas del rubro. En contraste, México produjo 200 millones de pares en aquel año.

China ya no es sólo el país de mano de obra y productos baratos, o de piratería, aclaró el académico. Aunque sigue teniendo artículos de bajo valor agregado y mala calidad que se distribuyen en todo el mundo, al mismo tiempo cuenta con productos de altísima calidad y de alto valor agregado en las áreas de biotecnología, electrónica o aeroespacial.

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