Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido por todos los mexicanos como “Juan Gabriel” se quedó para siempre en el gusto del país, no sólo por su legado musical, sino por la historia que todos conocemos, esa en donde, el más pequeño de 10 hermanos tuvo que vencer muchas dificultades para alcanzar su sueño, cantar y escribir canciones.
Se han escrito libros, hecho bioseries, entre la ficción y su versión, y hasta un próximo documental, sin embargo, aún hay mucho conocer de él y desde su propia perspectiva, desde sus propias grabaciones de videos, audios y escritos nunca antes vistos.
El próximo 30 de octubre la plataforma Netflix estrenará la docuserie: Debo, puedo y quiero, dirigida por María José Cuevas —documentalista de otras historias como La dama del silencio: El caso Mataviejitas y Bellas de noche.
Se trata de material inédito desde la visión de Alberto Aguilera desde la intimidad de sus composiciones, desde su casa, desde la convivencia con sus seres queridos, desde su afición por registrar en video o audios su vida.
Después de realizar una investigación y una cuidadosa selección de material en donde se incluyen videos personales, entrevistas inéditas y la dualidad en la que vivía, entre el artista y el ser humano, Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero presenta nuevas aristas del intérprete de Noa Noa, desde la soledad y su deseo por tener una familia y una figura materna amorosa hasta la fama.
Por un lado, es conocer y meterte desde los videos caseros en la vida de Alberto Aguilera para entender al gran ídolo que todos conocemos y que se ha contado mucho de él. Pero esto está hablado en primera persona, el principal narrador es esta intimidad que te da el archivo. Nunca se ha hablado así, nunca se ha narrado la historia de Juan Gabriel ni de Alberto de esta manera”, expresó la directora.
Previo a la realización de este material hubo un proceso de acercamiento con la familia de Juan Gabriel, es específico con Iván Aguilera, su heredero universal y albacea de su legado artístico y económico.
Creo que eso lo entendió muy bien la familia, confiaron en nosotras y poco a poco nos fueron abriendo las puertas a todo su acervo, hasta conseguir una película que solamente se cuenta con esta gran cantidad de ese archivo, pues es su archivo personal”, precisó.
Juan Gabriel sigue presente, en las calles, casa o cultura, no importa la condición social, pues todos hemos disfrutado de alguna de sus canciones.
Después del estreno de Debo, quiero y puedo, el icónico concierto de Juan Gabriel en Bellas Artes en 1990, será proyectado en el Zócalo capitalino el 8 de noviembre con tomas nunca antes vistas del archivo de Juanga, que forman parte de la serie documental.
El documental recorre desde los inicios de la carrera de uno de los artistas más queridos de México, hasta su muerte, ofreciendo una mirada sin precedentes y profundamente humana a su legado que ya forma parte de la cultura popular mexicana, y cuya música sigue conmoviendo a millones en el mundo.
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Foto Archivo
LMR