Este fin de semana el Seminario de Nuestra Señora de Ocotlán, recibió la visita del Nuncio Apostólico Joseph Espiteri, acompañado del obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, así como representantes de las Diócesis de Hidalgo, Tehuacán, Ciudad Obregón y Xochimilco,
En el marco de la conmemoración de los 500 años de la Diócesis de Tlaxcala, el representante del Papa León XIV entregó la tilma de la Virgen de Guadalupe, tres palmas y un corazón en referencia a los Niños Mártires de Tlaxcala, signos que recorrerán todas las parroquias de Tlaxcala y que comenzaron con la iglesia de San Isidro Buensuceso, en San Pablo del Monte, a cuyos fieles les fueron entregados.
También bendijo los símbolos de la Virgen de Ocotlán, patrona de Tlaxcala, así como la torre y el campanario de la santa iglesia catedral, aunado a tres gotas que representan a los Santos Niños Mártires y la cruz, que representa a San Miguel Arcángel.
Espiteri recordó el inicio del don de la fe en estas tierras fue para animar a los tlaxcaltecas a vivir más intensamente la fe con un amor para con todos, sin excepción, como Jesús ha enseñado, por lo que no es posible considerar a nadie como extranjero, alejarlo y, mucho menos, verlo como enemigo porque no comparte ideas.
La creación de la Diócesis de Tlaxcala como la primera de México, es una bendición de Dios para el pueblo, comentó Monseñor Julio César Salcedo Aquino
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Foto Archivo
LMR
