A través de un comunicado oficial, voceros del ejército de Ucrania dieron a conocer que lograron atacar una de las fábricas principales de explosivos, ubicada en Rusia, y también una terminal petrolera tomada por soldados rusos en Crimea.
A través de redes sociales, autoridades francesas y ucranianas dieron a conocer el asesinato del fotoperiodista originario de Francia, Antoni Lallican, quien desafortunadamente fue victima de un dron ruso que se encontraba emprendiendo una campaña de bombardeos en la muy conflictiva región del Donbás.
En otro de sus extraño ataques maniáticos, con repercusiones políticas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazo al gobierno de Afganistán implicando que es capaz de emprender otra guerra si la nación musulmana no desocupa la base aérea abandonada de Bagram.
Sin advertencia alguna, Israel lanzó un ataque con misiles contra Doha, la capital de Qatar, con el presunto fin de terminar con una agrupación de rebeldes palestinos que se esta refugiando en esta zona del Medio Oriente. Pese a lo ilegal del atentado, las autoridades sionistas afirmaron que fue para “defenderse”.