De 1937 a 1942, Maximino Ávila Camacho fue gobernador de Puebla, quien construyó en la zona de Xonaca su casa de verano, para descansar y relajarse.
Uno de sus trabajadores tenía dos hijos; una niña y un niño de 6 y 7 años, los dos pequeños eran muy amados por su familia y vecinos, pues eran muy educados, amables y alegres, siempre sonrientes y juguetones.